La opinión de Sergio Pérez

Escribá, Poussin y las papeletas de sus vidas

Cuando Cristian Álvarez cayó lesionado en el encuentro ante el Eibar, Fran Escribá volvió a preferir a Poussin a pesar de los dos errores ante el Alcorcón y en Gijón, donde aquella pifia ensombreció su buen partido. Ahora, sin el argentino de nuevo, el entrenador tiene que elegir portero para al menos un mes. Si Poussin es titular en Burgos por delante de Rebollo, deberá gestionar correctamente el miedo a fallar y soportar la responsabilidad de tener a miles de ojos observándole. Se jugará mucho. Y con él Escribá y todo el equipo en un momento frontera de la temporada.

Poussin dialoga con Jair tras uno de los goles del Alcorcón en La Romareda.

Poussin dialoga con Jair tras uno de los goles del Alcorcón en La Romareda. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

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No fue casualidad el empeño, las horas de conversaciones durante meses, los desvelos y el dinero ofertado que Juan Carlos Cordero puso sobre la mesa en la negociación para tratar de fichar a Rubén Yáñez al inicio de este último mercado de verano. El director deportivo del Real Zaragoza estaba empezando a diseñar una plantilla de alto nivel para competir por las máximas aspiraciones.

Junto a Cristian Álvarez soñaba con contratar a otro portero de gran categoría por si hubiera moscas o circunstancias sobrevenidas con el titular del puesto, indiscutible en la posición pero a punto de alcanzar los 38 años. Finalmente, la sombra de Cristian fue demasiado alargada y Yáñez prefirió buscar fortuna en el Sporting, donde el camino de la titularidad estaba más despejado y la propuesta económica era muy sugerente. En el inicio del campeonato está siendo uno de los mejores arqueros de Segunda.

En su lugar, Cordero se decantó por un guardameta seis años más joven, cambiando algo la dirección del tiro. Así fue como firmó a Poussin, 24 años, con experiencia en la Ligue 1 y la Ligue 2 francesa con el Girondins de Burdeos. La apuesta fue a medio plazo: su contrato es por dos temporadas con un tercero opcional. Como era natural, Cristian se hizo con la titularidad desde el principio y lo hizo además con un nivel estupendo. Desafortunadamente, en poco más de dos meses ha sufrido dos lesiones, la primera leve y una segunda de mayor importancia que ahora le dejará un mínimo de un mes fuera de los terrenos de juego.

En ausencia del portero argentino, dios en esta tierra, Poussin ha tenido que participar ya en cuatro partidos y su figura ha quedado marcada por dos errores serios que costaron otros tantos disgustos al Real Zaragoza: el de El Molinón en la recta final del descuento cuando le regaló el balón a Insua para que empatara y el previo del encuentro ante el Alcorcón en La Romareda, cuando se hizo un lío con la pelota en los pies y concedió el 0-2 al rival.

En la última jornada frente al Eibar, Cristian recayó de una lesión muscular y Fran Escribá tuvo que volver a elegir entre Poussin y Rebollo. Prefirió de nuevo al francés, para el que sus compañeros reclamaron el cariño de la grada cuando entró al césped tras su pifia de Gijón. La Romareda correspondió con nobleza.

Ahora Escribá se ha quedado sin Cristian para al menos un mes. Tendrá que volver a elegir. Con el argentino, el Zaragoza ha encajado seis goles en diez partidos, con el francés cinco en cuatro. En su primera experiencia fuera de España, Poussin ha caído de pie en el vestuario por su jovialidad. Si el técnico le vuelve a dar galones por delante de Rebollo, tendrá ante sí la papeleta de su vida. Con el peso de los dos graves errores cometidos sobrevolándole, deberá gestionar correctamente el miedo a fallar y soportar la responsabilidad de tener a miles de ojos observándole. Su puesto es vital y extremadamente sensible. Si juega, Poussin se jugará mucho y con él Escribá y todo el equipo en un momento frontera de la temporada.