La opinión de Sergio Pérez

El carro del pescado del Real Zaragoza y la gran hipoteca del verano

Las malas temporadas no solo dejan malos recuerdos sino también consecuencias negativas. El número de jugadores con los que el Real Zaragoza no cuenta es muy elevado. El coste de pagar esa hipoteca va a ser alto y repercutirá directamente en la configuración de la plantilla restando recursos económicos.

Jair Amador posa para una entrevista con este diario.

Jair Amador posa para una entrevista con este diario. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Cuando una temporada deportiva concluye y ha sido mala como la última, pasados los cabreos, las decepciones o las frustraciones consiguientes, el aficionado mira rápidamente al futuro y a lo que está por venir pendiente especialmente de los nuevos fichajes, a lomos de los que intentará volver a ilusionarse, y de cómo van saliendo del equipo los futbolistas que peor rendimiento han dado y que irremediablemente cargarán con las culpas de lo que ocurrió.

En otra esfera, la profesional, los clubs también hacen un proceso introspectivo similar. El Real Zaragoza no es una excepción. En esas está la SAD ahora mismo: trabajando en la reconstrucción de la plantilla, empezando a firmar jugadores (Soberón y Femenías ya son oficiales, Gori Gracia y Tasende también pronto lo serán) y negociando a muchas bandas, primero con los jugadores con los que uno sueña. La realidad ha obligado a bruscos despertares varias veces este verano.

Paralelamente a las entradas, el Real Zaragoza tiene pendiente una tarea realmente compleja con las salidas, sobre todo porque el número de jugadores que ahora mismo le sobran es elevadísimo. En estos momentos, la plantilla cuenta con 26 hombres con contrato, incluidos Soberón y Femenías, 28 si añadimos a Gori y Tasende, que no tardarán en unirse a ella.

Es decir, para llevar a cabo la revolución de máximos que exige Víctor Fernández, de esos 28 tendrían que salir entre doce y quince. De momento, de los que tenían contrato en vigor, todos continúan por aquí. El Real Zaragoza afronta un problema de grandes dimensiones con este asunto, para nada menor y sí de alcance mayor.

Para hacer espacio a las contrataciones que están por llegar, la SAD va a tener que realizar un desembolso millonario para liberar fichas y sacar del equipo a hombres con buenos contratos como Bakis, Jair, Enrich, Sabin Merino, Bermejo, Poussin o Lecoeuche o a otros de menor relevancia como Luna, Rebollo, Carbonell, Baselga o Naranjo.

Las malas temporadas no solo dejan malos recuerdos sino también consecuencias negativas. Esta es la principal para el Zaragoza este año. El carro del pescado con el que tiene que cargar es pesadísimo. El coste de vaciarlo va a ser muy alto y repercutirá directamente en la configuración de la plantilla restando recursos económicos.