Mi amiga tiene cáncer

Conozco a una persona a la que aprecio mucho, que anunció en las redes que tenía cáncer y comenzaba el tratamiento. En uno de sus últimos mensajes nos dice que ha leído que el tratamiento de un cáncer cuesta alrededor de 90.000 euros y que cuando vio la cifra lo primero que pensó fue GRACIAS. Lo pone así con mayúsculas y explica que las gracias son por vivir en un país con sanidad pública que te ayuda en uno de los momentos más complicados de tu vida y da las gracias a todos aquellos que pagamos impuestos. Nos recuerda que una de cada tres personas sufrirá un cáncer a lo largo de su vida por no hablar de otras enfermedades. En otros países con sistemas de sanidad privada el tratamiento puede costar 150.000 euros y si no los tienes, añado yo, te buscas la vida o sencillamente la enfermedad sigue su curso. La sanidad pública es un sistema de solidaridad colectiva que nos iguala y nos da una seguridad de la que en otros países carecen. Este es el Estado social, que está en la Constitución y que las derechas, donde pueden, van minando a favor del mercado, a la vez que bajan impuestos a los que más tienen. Ahora, Ayuso recauda 6.000 millones al año menos por rebajas fiscales que benefician a un 5%, y luego a pedir al Estado, o sea, a todos. Maldita la gracia. Se acaba de publicar la lista de morosos con la fiscalidad española pero más grave todavía es el dato publicado por Tax Justice Network el fisco español pierde cada año 6.350 millones de euros a causa de la evasión de impuestos de las grandes empresas y de los más ricos. En el Observatorio Fiscal de la Unión Europea se puede leer que las multinacionales españolas redirigen sus beneficios a paraísos fiscales, ahorrándose el pago de 3.400 millones a la Hacienda española. Solo las grandes fortunas evaden 1.850 millones de euros al año. Con la amnistía del PP, que después fue declarada inconstitucional, el Estado recaudó 1.200 y perdonó 2.800 millones. 31.500 agradecidos a Montoro. Queda mucho por hacer.

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