Multas de 313.500 euros y 42 años de cárcel a dos clanes que vendían 'coca' y heroína desde el barrio Oliver

Un clan familiar del zaragozano barrio de Oliver y otro de la localidad castellonense de La Vall d’Uixó aceptaron ayer penas que suman un total de 42 años de cárcel al ser detenidos en el marco de la operación Corinto, una intervención antidroga dirigida por el Grupo I de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que permitió la incautación de 1,7 kilos de cocaína, 1,55 kilos de heroína, 700 gramos de hachís y 57.000 euros en efectivo. Los 13 acusados reconocieron los hechos ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, presidido por el magistrado José Ruiz Ramo, como autores de un primer delito contra la salud pública y de un segundo delito de pertenencia a organización criminal. Todos ellos, además, deberán abonar multas por diferentes importes que elevan el total hasta los 313.500 euros.

Estos fueron los términos del acuerdo suscrito por el ministerio fiscal y los abogados de los acusados, entre ellos, los letrados Alejandro Giménez, Alejandro Sarasa, Francisco García Berenguer, José Luis Melguizo, Juan Carlos Macarrón y Soraya Laborda. Las penas privativas de libertad que solicitaba inicialmente el ministerio público superaban los cien años.

Los trece imputados aceptaron seis meses de cárcel por el delito de pertenencia a organización criminal y las penas por la sustancia intervenida varían desde el año y medio de prisión hasta los seis años, tal y como sucede con Mourad Kaci, que también deberá abonar la multa más cuantiosa de todas al quedar fijada en 151.000 euros. Él y seis de sus compañeros de banquillo se encuentran en prisión provisional y para estos últimos solicitaron sus abogados la puesta en libertad provisional.

El inicio de la investigación se remonta al mes de abril de 2022, cuando el Grupo I de Estupefacientes fue conocedor de la venta de heroína desde un domicilio ubicado en el barrio de Oliver. Desde Zaragoza se desplazaban hasta La Vall D’Uixó para proveerse de cocaína, heroína y hachís y lo hacían con numerosas medidas de seguridad para evitar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La droga, de hecho, la ocultaban fuera de sus domicilios y de los puntos de venta hasta el punto de que fue requerida la Unidad de Guías Caninos para detectar 700 gramos de heroína enterrados en una parcela en La Muela.

El enlace entre Zaragoza y La Vall D’Uixó era Juan Jiménez Fernández, a quien además la Policía le intervino un revólver, por lo que también ha sido condenado a seis meses de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas.

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