Más de 3.000 alumnos han pasado por el Instituto Confucio en los últimos 5 años

En sus cinco años de vida, el Instituto Confucio de la Universidad de Zaragoza ha conseguido multiplicar por cinco el número de estudiantes que cada día asisten a sus aulas para aprender chino. Desde que en 2017 fueron 136 los alumnos que se matricularon, en este último año han sido 767 los matriculados. Así, unos 3.000 han sido los estudiantes que han pasado por las aulas de Instituto Confucio, el único centro examinador de la comunidad autónoma.

El instituto llega hasta su quinto aniversario haciendo «un balance muy positivo». «Nos centramos en la enseñanza de la lengua y la cultura china pero la verdad es que no estimábamos que fuera a haber tanta demanda y la verdad es que nos sorprendimos», explico ayer el presidente de Instituto Confucio, Rafael de Miguel.

En este caso, este instituto, uno de los más de 1.500 que se reparten por todo mundo, su creación se conformó tras la firma de un convenio de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Nanjing Tech.

Como rasgo distintivo, durante estos años además de las clases de idioma y las actividades culturales, ambos centros han firmado diversos convenios para fomentar proyectos de docencia, intercambio e investigación en áreas en las que ambas destacan como son la tecnología, la ingeniería eléctrica o la biomedicina.

Ni siquiera la llegada de la pandemia consiguió frenar el desarrolló del centro, «todos los años hemos aumentado el número de alumnos matriculados y aunque es verdad que en 2020 hubo una bajada, fue mucho más ligera de lo que esperábamos y en 2021 recuperamos sin problemas las cifras de alumnos», explicó Rafael de Miguel.

La creciente expansión del Instituto Confucio se refleja también en las sedes que han ido creando durante estos últimos años. Actualmente estas sedes se ubican en el campus de Huesca, en la Universidad de Navarra y en el Colegio Británico de Zaragoza

A la enseñanza del idioma se le añade un intenso trabajo de difusión de la cultura asiática durante todo el año en la que participan tanto alumnos como inmigrantes que viven en la comunidad autónoma. «Preparamos charlas y ciclos para descubrir la cultura china, talleres de taichí chi, de caligrafía china, de la ceremonia del té y además celebramos las fechas más importantes como puede ser la llegada del año nuevo que no coincide con la nuestra», explicó ayer el director del centro

Ahora mismo y con la mirada puesta en el futuro, el instituto trabaja en la creación de dobles titulaciones que permitan a los alumnos obtener el titulo en ambos países con la posibilidad de pasar un periodo estudiando en una de las 12.000 universidades que existen en China. Una cuestión que el director reconoció que está siendo «muy complicada pero que podría ser muy interesantes para los estudiantes».

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