Distinción especial

El Banco de Alimentos de Zaragoza recibe el Premio 30 Aniversario de los Aragoneses del Año

"Todo lo que hemos conseguido lo hemos podido hacer gracias a los 133 voluntarios", ha explicado José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza que ha recibido el premio de parte de Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica

José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, ha sido el encargado de recoger el premio que le ha entregado Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica

José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, ha sido el encargado de recoger el premio que le ha entregado Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

El Periódico de Aragón

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El Banco de Alimentos de Zaragoza ha sido el ganador del premio 30 Aniversario de los Aragoneses del Año. José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, es el encargado de recoger el premio que le entrega Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica.

"Todo lo que hemos conseguido lo hemos podido hacer gracias a los voluntarios, somos 133 personas todos voluntarios, tenemos una retribución emocional libre de impuestos y con nuestro trabajo diario y aportando una cuota hemos conseguimos distribuir el año pasado 13,2 toneladas diarias entre las entidades", ha afirmado José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza.

Facilitar el acceso a comida a los que más lo necesitan es la labor principal que desempeña el Banco de Alimentos de Zaragoza. Esta asociación sin ánimo de lucro fue creada por un grupo de zaragozanos el 21 de junio de 1994 y, desde entonces, no han parado de trabajar para recopilar el máximo número de alimentos posible. "Desde que empezamos en un pequeño despacho hasta ahora, que estamos en tres naves y que hemos llegado a recoger 15 toneladas diarias de alimentos, el cambio ha sido brutal", cuenta José Ignacio Alfaro, presidente de la fundación.

José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, se saluda con Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica.

José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, se saluda con Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica. / JAIME GALINDO

Además, se trata de una asociación aconfesional y apolítica en la que atienden absolutamente a todo el mundo, sin hacer distinciones con aspectos tales como la ideología, la etnia o la religión. Para ello, el banco recolecta desde distintas vías. Lo más habitual, es la recogida de alimentos provenientes de fabricantes, productores, distribuidores, mayoristas o particulares.

Además, en la actualidad atiende a unas 140 entidades sociales, ya que es el encargado de hacerles llegar los suministros para que estas los repartan entre las familias necesitadas, o los utilicen en sus comedores sociales.

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Gracias a su funcionamiento, los últimos años se han obtenido unas cifras más que satisfactorias, oscilando entre los 3 y 4 millones de kilos de alimentos por año. Por otro lado, el número de individuos atendidos ha ascendido en estos últimos tres años, alcanzando la cifra más alta en 2023 con 23.780 asistidos.

Toda su actividad se basa en la colaboración de personas voluntarias que, sin recibir a cambio ninguna compensación económica, hacen todo lo posible por conseguir el correcto funcionamiento del banco. Actualmente, cuentan con más de 130 voluntarios fijos que realizan diversas tareas de colaboración como recepción de mercancias, operaciones de almacén, tareas informáticas o visitas a entidades benéficas.

"Nosotros no solucionamos el hambre, pero en cierto sentido lo paliamos", explica Alfaro sobre su aportación a la sociedad. No es una labor fácil y por esa razón han recibido esta nominación como un reconocimiento a su esfuerzo: "Estamos encantados, que reconozcan tu trabajo siempre es una satisfacción y es de gran ayuda para seguir trabajando en la misma línea". 

Desde el banco, constantemente trabajan en nuevos proyectos que permitan avanzar en su misión de paliar el hambre. Este año, están inmersos en una idea que ya llevaron a cabo en 2015 y que este año buscan repetir dados los buenos resultados. Esta consistió en alargar la vida a la fruta de hueso, transformándola en zumo para aprovechar al máximo su uso.