Opinión | apuntes al margen

Nuevos partidos en Europa

Entre los próximos 7 y 9 de junio se celebrarán las elecciones al Parlamento Europeo. Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que tan solo soy capaz de nombrar a una candidata a presidir la Comisión Europea: la actual presidenta Von der Leyen. Por supuesto, como imagino que la mayoría de ustedes, no he visto ningún debate entre candidatos. Desgraciadamente estas elecciones se suelen mirar en clave interna y se pierde la perspectiva europea.

Hoy me gustaría hablarles de dos partidos no muy conocidos en España, pero que aportan algo diferente a lo habitual. Uno de ellos es Volt, el primer partido paneuropeo, es decir que es el mismo partido aquí, en Alemania o en Suecia. Es un partido pequeño, pero tiene representación en los parlamentos de Holanda, Bulgaria o Chipre, además de concejales en varias ciudades europeas. Su programa político se basa en la idea de que hace falta una mayor integración europea y ellos predican con el ejemplo siendo el mismo partido en toda Europa. En tiempos en los que la extrema derecha habla de soberanía nacional, Volt plantea justo lo contrario: una democratización de las instituciones europeas unida a una mayor capacidad de decisión de las mismas. Es decir, que entre todos decidamos el futuro en común del continente. El partido fue creado en 2017, por lo que es muy joven, pero pienso que tiene un importante recorrido por delante.

El otro partido es alemán y se ha fundado a partir de una escisión de Die Linke, liderado por la carismática Sarah Wagenknecht. Estas son las primeras elecciones a las que se presenta, y las encuestas le dan alrededor del 8% de los votos. Lo curioso de este partido es que es de izquierdas, pero se rebela ante la corriente woke, rechazando por ejemplo la autodeterminación de género o el lenguaje inclusivo. Sus puntos fundamentales hablan de industrialización, reparto de la riqueza a través del empleo e impuestos a los ricos. También manifiesta que Europa debe tener una política exterior propia y no un seguidismo de los norteamericanos. Hay que decir que se ha creado en torno a este partido una falsa polémica por sus posiciones sobre inmigración, porque en realidad lo único que dicen es que la inmigración tiene que estar regulada.

Es curioso que estén empezando a cristalizar por un lado la idea de que hace falta más Europa y no menos, y por otro que la izquierda puede ser universalista y huir de los discursos identitarios y tribales de los woke. Les auguro un futuro a estas dos formaciones políticas.

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