Nolasco sube la tensión con el PP y Saiz critica "la deriva ultra" de la derecha

La migración vuelve a enfrentar a izquierda, derecha y ultraderecha. La distribución de inmigrantes por las diferentes comunidades autónomas ha calado de diferente manera en las instituciones y partidos políticos, que vuelven a elevar el tono en sus posiciones. Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, defiende la política llevada desde el Gobierno central, mientras el PP pide la intervención del Ejército y en Aragón el vicepresidente Alejandro Nolasco llama «chantajistas» a los 183 migrantes alojados en Pirenarium.

Todo eso en una intensa jornada marcada por la visita de la ministra Saiz a Calatayud, en la que conoció el trabajo de Amibil, la asociación de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo. Saiz reclamó al PP rectificar «un mensaje absolutamente condenable» que «va más allá» que demuestra que los populares «abrazan las tesis más ultras» frente al desafío migratorio.

Además, Saiz acusó al líder nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo, de «alimentar bulos» por asegurar que el Ejecutivo central viene fletando aviones con menores no acompañados para dejarlos en la calle. «Hay que atajar los bulos, ponerlos de manifiesto y,desde luego,exigir su retirada inmediata», sostuvo.

Elma Saiz hiló la censura a la postura del principal partido de la oposición con el gobierno de coalición en Aragón de PP y VOX y el episodio protagonizado el pasado mes de marzo por el vicepresidente aragonés, Alejandro Nolasco, cuando rompió un folleto del ramadán de Huesca ante los medios de comunicación.

Nolasco advierte al PP: "No pueden garantizar nada sobre inmigración porque hay una coalición con Vox""

«Los líderes del Partido Popular no solamente están abrazando las tesis de VOX, sino que incluso están yendo mucho más allá que declaraciones de gobiernos ultras que hemos visto también en Europa con mensajes como el de este jueves», afeó.

Por su parte, el vicepresidente autonómico Alejandro Nolasco se desplazó hasta la localidad altoaragonesa para pedir a la Subdelegación del Gobierno en Huesca información sobre «qué ha ofrecido a los inmigrantes para que terminen con la huelga». «Ellos decían que querían comer arroz, pollo y cuscús, y que era uno de los motivos que estaban a disgusto», enfatizó el líder de Vox, obviando que los acogidos también pedían un refuerzo de sus clases de español para facilitar su reinserción.

«Unas personas que entran ilegalmente en España, son unos chantajistas, es gravísimo que se ceda a sus pretensiones», criticó el ultraderechista, que también atizó al PP, pese a que los populares pidieron ayer que el Ejército interviniese en tareas migratorias. Nolasco afirmó que las trabajadoras del albergue «están sufriendo un infierno con continuas faltas de respeto», por lo que el vicepresidente considera que la situación «afecta a la seguridad nacional».

Nolasco mantuvo su mensaje que desde la DGA «no se va a facilitar la entrada de inmigrantes ilegales». El vicepresidente tensa la cuerda con su socio, el PP de Jorge Azcón, con el que «ya se está hablando» y al que recuerda que es «una condición por la que Vox no va a pasar». «Se entiende en toda la extensión de la frase», abriendo la puerta a una nueva temporada de conflicto en el Pignatelli por la inmigración.