Advertencia

Feijóo alerta a sus socios europeos de que Sánchez "mimetizará" al PP y la extrema derecha en las elecciones europeas

Los populares ven el discurso del presidente en Estrasburgo como un “punto de inflexión” e insisten en que la "advertencia debe ser entendida y atendida" porque se podría trasladar el marco de las generales en España a la campaña europea abriendo un "discurso frentista" y "de bloques" que hasta ahora no se abría paso en Bruselas

Alberto Núñez Feijóo, con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del PPE, Manfred Weber.

Alberto Núñez Feijóo, con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del PPE, Manfred Weber. / TAREK (PP)

Paloma Esteban

Si algo ha quedado claro en las últimas semanas es que la política nacional española ha contaminado también las instituciones europeas. El debate sobre el Estado de derecho en España fue un primer paso en Bruselas. Pero en estos días, con el discurso de Pedro Sánchez en Estrasburgo despidiendo la presidencia de turno europea y el PP de Alberto Núñez Feijóo decidido a intensificar la internacionalización de la ley de amnistía, se confirma que el terreno europeo está condenado a seguir españolizándose.

Con eso cuenta el primer partido de la oposición y tiene el respaldo absoluto del líder del PP europeo, el alemán Manfred Weber, que ha decido jugar como un actor más dentro de la política española. Su choque con Sánchez en la Eurocámara ha dejado muchas claves encima de la mesa y seguirá teniendo consecuencias. De lo que ya están convencidos los dirigentes del PP, tanto en Bruselas como en Madrid, según explican a este diario, es que el escenario que se abre de precampaña europea podría ser calcado al vivido en las últimas elecciones generales.

Varios dirigentes populares coinciden en esa idea y el propio Feijóo la compartió en la reunión con la familia conservadora en Bruselas antes del Consejo Europeo de este jueves y viernes. El líder del PP expresó ante los medios su molestia con el mensaje que llevó Sánchez a Estrasburgo y que ha repetido los últimos meses en España: “El interés por vincular al PP europeo con la extrema derecha europea es algo inaudito. Con una intervención escrita y premeditada del presidente para provocar al PP europeo. Nunca se había visto algo igual, según me han referido varios vicepresidentes del partido”, dijo Feijóo.

En su partido, y especialmente en la delegación europea, la conclusión de lo ocurrido este miércoles en Estrasburgo implica un paso más: “Sánchez va a intentar repetir la misma campaña. La de los dos bloques inamovibles y que la socialdemocracia europea compre lo que él dice. Que el PP solo va a pactar con la ultraderecha como ha hecho con Vox en España”, reflexionan cargos con años en la capital comunitaria.

En Europa, a diferencia de la dinámica de bloques que se ha instalado en España en los últimos años, existen amplios consensos entre los dos grandes partidos, a los que pertenecen PP y PSOE, y también los liberales de Renew (con amplia representación de Ciudadanos) o incluso los verdes. Unos acuerdos a varias bandas que desde hace tiempo son impensables en el panorama nacional.

El PP fue muy crítico con el discurso de Sánchez en la Eurocámara porque entienden que “confundió el papel de presidente del Gobierno y secretario general socialista con el de presidente de turno en Europa” y que hizo una comparecencia “más propia de un mitin o un acto del PSOE que de un balance del semestre europeo”. También creen que “mostró por primera vez su verdadera cara” ante los dirigentes comunitarios. Pero todos los consultados por este diario coinciden en que nada, ninguna palabra o las referencias a los pactos de PP y Vox en ayuntamientos o comunidades, fueron casuales. Todo lo contrario. Igual que la polémica cita al Tercer Reich dirigida a Weber.

Y por ese mismo motivo los populares consideran que la advertencia “debe ser entendida” en su familia europea, dando por hecho que el PSOE insistirá en la misma campaña de bloques mimetización de PP y la extrema derecha para las elecciones europeas de mayo.

Elecciones clave para España

Esta cita se ha vuelto importantísima en España por varios motivos. Sobre todo, porque el PP la planteará como un plebiscito, ahora sí, contra los pactos de Sánchez y los independentistas y, sobre todo, contra la amnistía concedida para borrar el procés.

La implicación que Feijóo busca de sus socios europeos y la agitación social en la calle, con manifestaciones masivas que tienen pocos precedentes contra una medida pactada en la investidura y que todavía no se ha convertido en ley, obliga al PP a tener un gran resultado en las elecciones europeas. Algo similar ocurrió el 23J: los populares estaban convencidos de que llegarían a la Moncloa porque Sánchez había tocado techo y estaba demasiado desgastado por sus pactos.

Y fueron las alianzas con Vox y el miedo a la ultraderecha lo que hicieron al PSOE resistir y alcanzar una suma para seguir en Moncloa. Eso es exactamente lo que el PP cree que ahora se repetirá y entienden que no pueden “confiarse ni una vez más” o “repetir errores” de los últimos meses. “Ha llevado el discurso frentista a la Eurocámara en un momento clave para Europa”, reflexionan en el PP.

Debate sobre la ultraderecha

El problema para los conservadores es que de nuevo se cruza el debate sobre la relación que deben mantener con la ultraderecha. Y es cierto que a nivel europeo hay mucha división al respecto. Los populares se acogen ahora al caso polaco, donde el popular Donald Tusk ha conseguido volver al Gobierno y dejar fuera a la ultraderecha, que en su país representa la mayor fuerza euroescéptica. Pero hay otros dirigentes que no son tan contundentes o que, como en España, cuando han necesitado a los partidos ultra para gobernar autonomías o ayuntamientos, han accedido a pactos. El propio Weber ha empatizado con la postura de Feijóo de manera notable mientras que otros dirigentes como Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión, también alemana y rival política de Weber) muestran sus reticencias.

El elefante en la habitación vuelve a estar ahí y rondará la cita europea. El mensaje del PP de España a sus socios es claro: existe la amenaza de que la campaña europea se españolice con este debate, y en vista del duro envite que mantuvieron Sánchez y Weber en Estrasburgo, las cartas están encima de la mesa.