¿Continuidad o cambio?

¿Continuidad o cambio? Nunca antes el colectivo de montañeros aragoneses se había enfrentado a esta pregunta. Dos líneas definidas se medirán en el proceso electoral que completará la Asamblea General y la posterior proclamación del nuevo presidente o presidenta de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) a mediados del próximo mes de octubre. Una doble vertiente que simboliza la ruptura del consenso histórico dentro de la comunidad y describe el actual cisma entre la vigente cúpula de la FAM y el gobierno de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), presidida por el jaqués Alberto Ayora, figura y corriente a la que está estrechamente vinculada la lista que ahora se constituye como alternativa regional.

Este viernes (20.00 horas) se cierra el plazo para la presentación de candidaturas individuales por parte de los clubes (20 asambleístas elegibles) y de los deportistas federados (20) en las circunscripciones de Huesca, Zaragoza y Teruel, más las reservadas a técnicos (5) y árbitros (5), estamentos que se reparten 50 puestos en la configuración de la Asamblea General. Entre ellas está la reconocible de Javier Franco, quien expresó públicamente su decisión de presentarse a la reelección por cuatro años más tras completar su primer mandato durante la última convocatoria de la Asamblea, que sirvió para abrir oficialmente el proceso electoral. 

Alternativa rupturista

En esta ocasión, dentro de los listados aparecerá un grupo de nombres que quiere disputar el mando de FAM. Un movimiento fraguado en secreto desde hace meses que desvelará en las próximas horas su composición con el nacimiento de una candidatura colectiva desde la presentación de un manifiesto de intenciones y una página web donde se darán a conocer a todos sus miembros. Dentro de esta unidad figuran dos abogados, Julio Rojas, socio del Club Pirineista Mayencos de Jaca, y Astrid García, de Montañeras Adebán. "Es una candidatura abierta y plural, cuyos líderes serán definidos por los votos”, anunciaba a este periódico Julio Rojas, miembro fundador de la Asociación Aragonesa del Derecho del Deporte y Codirector de las Jornadas de Derecho y Montaña. Este frente reformista se sitúa estrechamente cercano a los postulados que defiende la corriente de Alberto Ayora y se vertebra desde los argumentos que han enfrentado a FEDME con la FAM.

Estas diferencias han sido manifiestas, principalmente, desde el rechazo de la federación nacional al proyecto de la unión de estaciones por Canal Roya y el conflicto por la financiación federativa que se abrió con el acuerdo de Correspondencia Mutua de Refugios impulsado por Aragón, Asturias, Navarra y Cataluña, al que luego se unieron otras regionales. “Tenemos una preocupación manifiesta por el medio ambiente, de forma expresa y manifiesta, sin mirar a otro lado. Queremos dar una mayor participación a la mujer en el día a día de la federación y en la Asamblea. De 73 puestos que figuran en la Junta Directiva, solo hay tres mujeres. Se dijo que se trabajaría en este sentido y no se ha hecho nada. Pero, sobre todo, queremos incentivar la participación y la transparencia”, incide Julio Rojas.

La composición de la Asamblea se resolverá en las votaciones que se celebrarán el 3 de julio, elecciones que normalmente tienen una participación baja en relación al censo dado que solía existir un consenso previo en la comunidad montañera que ahora no se da. Hasta esa fecha, ambas líneas opuestas tendrán tiempo para dar a conocer sus postulados y reclutar apoyos entre los posibles indecisos, aunque el nombre del presidente se decidirá definitivamente en la reunión de la Asamblea el 28 de septiembre, a expensas de posibles recursos.

La tercera vía

Javier Franco ha querido mantener una postura de cautela “aunque siempre abierto a la autocrítica” hasta conocer el nombre de todas las candidaturas individuales presentadas, sin embargo, a priori, contaría con un importante caladero de soportes en los clubes con más afiliados. Actualmente, en Aragón hay más de 16.000 federados y más de 200 clubes inscritos. Sin embargo, la llave la puede tener una tercera corriente de opinión crítica, sin ansiar la jefatura, en la que se situarían componentes importantes, principalmente, del Club Montañeros de Aragón y el Club Pirineos, entidades con gran peso histórico y número de federados, manifestando su intención de “buscar un cambio más tranquilo desde dentro de la federación, menos basado en las personas y más en los contenidos antes que romper con todo”, expone Sergio Lafuente, presidente de Montañeros de Aragón. Desde este posicionamiento, más cercano a Javier Franco, se considera esencial un cambio de postura en el tema medioambiental dentro de FAM sin que ello oculte que durante estos años “se han hecho cosas muy bien, como las negociaciones sobre la Ley del Deporte para asegurar las actividades de los clubes o la gestión y modernización de la red de refugios”, manifiesta Lafuente.

Seis en 60 años

Esta divergencia se contextualiza en una brecha mayor, dado que en otras federaciones regionales se va a dar una divergencia similar, que se trasladará decisivamente al enfrentamiento electoral de la propia FEDME. En el volverán, salvo incorporaciones sorpresa, a enfrentarse Alberto Ayora y el catalán Bernat Clarella, que perdió las últimas elecciones pese a postularse como sustituto natural de Joan Garrigós, presidente que estuvo en el cargo durante 28 años. En la FAM, desde su fundación en 1963, se han sucedido seis presidentes en 60 años: Pepe Díaz, Félix Cruchaga, José Ramón Morandeira, Jesús Rivas, Luis Masgrau y el propio Javier Franco. 

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