Mundial

Todo el fútbol pasó por Aitana

La centrocampista del Barça firmó un doblete de goles y otro de asistencias en la victoria de España ante Suiza (1-5)

"¿Cómo de satisfecha estoy del uno al diez? Un nueve, porque siempre se puede hacer mejor"

Aitana Bonmatí: “Necesitábamos recuperar sensaciones”

Aitana Bonmatí: “Necesitábamos recuperar sensaciones”

Maria Tikas (Enviada especial - Nueva Zelanda)

La mejor versión de España no se entiende sin la mejor versión de Aitana Bonmatí. Pocas futbolistas, por no decir ninguna, son más competitivas y autoexigentes que ella. Tanto, que cuando le preguntas “Del uno al diez, ¿dónde está tu nivel de satisfacción?” tras una exhibición -con doblete de goles y asistencias- en los octavos de final de un Mundial y ser elegida ‘Mejor Jugadora del Partido’, ella te responde “un nueve, porque siempre se puede hacer mejor”.

Desde antes de que acabase el partido contra Japón, la centrocampista de Sant Pere de Ribes ya empezó a pensar en cómo revertir la situación y mejorar, en tan poco tiempo, la versión del equipo para afrontar con buenas sensaciones los octavos. Volvió a ver el partido, analizó vídeos, le dio mil vueltas a la cabeza. Se informó y conoció que nunca ella había perdido por 4-0. “Es algo que he estado reflexionando estos días”. Y trabajó, trabajó y trabajó para ser mejor y para hacer mejor al equipo.

EXHIBICIÓN

Guio a España en una victoria clave e histórica. Dirigió con maestría el juego de su equipo y firmó un doblete con dos goles muy parecidos después de recortar dentro del área a defensas de Suiza. Asistió en el segundo a Alba Redondo con un gran centro y robó el balón para asistir en el quinto, de Jenni Hermoso.

Jugó 77 minutos, marcó dos goles -y Thalmann evitó que anotara dos más-, repartió dos asistencias, firmó 86 intervenciones, con un 90 por ciento de acierto en los pases, -doce de ellos fueron en el último tercio- hizo ocho recuperaciones y ganó seis de seis duelos. Estuvo presente en todas partes. Todo el peligro pasó por sus botas. Y en este momento no hay nadie mejor.