Zaragoza cuenta con una nueva escultura en el paseo Fernando el Católico

La familia del artista catalán Ricard Sala ha decidido donar a la ciudad una escultura que realizó en 1978

La escultura se ha inaugurado este martes con la presencia de familiares de Ricard Sala.

La escultura se ha inaugurado este martes con la presencia de familiares de Ricard Sala. / Laura Trives

El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

Zaragoza cuenta desde este martes con una nueva escultura. Se denomina 'Mujer Corriendo', es obra del artista catalán Ricard Sala y ha sido ubicada en el bulevar central del paseo Fernando el Católico, a la altura del número 25. En la inauguración han participado la consejera municipal de Cultura, Sara Fernández, y miembros de la familia del escultor, que con esta donación ha querido hacerle un pequeño homenaje a él y a la ciudad de Zaragoza, ya que según ha manifestado su hijo (que está casado con una zaragozana y residen en la ciudad desde hace 24 años) "una de las mayores ilusiones de mi padre era que su obra estuviera presente en las calles de Zaragoza, por lo que nos sentimos muy agradecidos de que esta escultura pueda ser contemplada por los viandantes en un emplazamiento tan representativo de la ciudad".

Ricard Sala fue un enamorado de la belleza del cuerpo humano, tema que queda reflejado en toda su obra artística, y 'Mujer Corriendo' es un homenaje a la mujer y la expresión plástica de ese amor por la belleza.

La escultura fue realizada por el artista en 1978 y estuvo en su estudio de Valldoreix (Barcelona) hasta el año 2022, y fue entonces cuando sus hijos decidieron pasarla a materia definitiva, en este caso, bronce “limatonado” con pátina oscura. La fundición de la obra se ha realizado en Valls (Tarragona) por José María Estivill, hijo del que fuera fundidor habitual de Ricard Sala.

Su tamaño es ligeramente superior al tamaño natural y se erige sobre una peana construida en hormigón, de base 70x90 cm y un metro de altura.

Biografía de Ricard Sala

Ricard Sala Olivella (Barcelona 1927-2009), escultor y catedrático de la Escuela de Bellas Arts de Sant Jordi de Barcelona, en la que ejerció el cargo de director desde 1971 a 1975. Es nombrado en 1977 académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla.

A los catorce años se incorporó al taller del escultor Antoni Sagarra i Colomer, colaborador de los arquitectos Josep Puig i Cadafalch, y Eusebi Bona, donde permaneció cuatro años, y aprendió escultura decorativa, aunque fue con el escultor Llorenç Cairó con quien asumió la técnica que le otorga el sentimiento de ser uno de sus discípulos. Ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi, donde cursó la carrera completa. Al finalizar estos estudios se le concedió una Beca de la «Fundación Amigó Cuyás» para un viaje a París. 

Desde su primera exposición individual realizada en Barcelona en 1963, participó en otras muchas tanto individuales como colectivas por diversas ciudades españolas, siendo las más numerosas las realizadas en su ciudad natal. Sus obras de desnudo se clasifican inspiradas en el noucentismo catalán y siempre ha respetado el clasicismo en su elaboración. Ha practicado diversos temas escultóricos desde las maternidades al retrato, como encargos públicos para edificios o parques.

Ricard Sala fue premiado en numerosas ocasiones, destacando que 1951 obtuvo su primera Mención de Honor en escultura en el concurso Premis Sant Jordi de la Diputación de Barcelona; en 1954 se le concedió el segundo premio de escultura en los Concursos de los Festivales Wagnerianos del Ayuntamiento de Barcelona; en 1957 es premiado con la tercera medalla de escultura en la Exposición Nacional de Bellas Artes (Madrid); en 1960 es premiado con la Segunda Medalla de Escultura en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Es premiado cinco veces en la Exposición Nacional de Otoño de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría de Sevilla (1959, 1964, 1965, 1969 y 1971). En 1965 se le concede el Premio de honor de escultura y medalla de oro de dicho certamen; en 1968 se le concede el Premio Ciudad de Barcelona de Escultura; en 1969 es premiado en la II Bienal Internacional del Deporte en las Bellas Artes (Madrid), entre otros.