PLENO DE LAS CORTES

Azcón defiende su gestión sanitaria ante las críticas de "privatización"

El presidente acusa al anterior Gobierno de dejar una situación de «colapso inminente» y asegura que la doble actividad atraerá a profesionales

El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, durante su intervención en las Cortes.

El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, durante su intervención en las Cortes. / LAURA TRIVES

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

La última sesión de control al Gobierno en la «temporada» ordinaria de plenos se cerró con claro enfoque sanitario. Tanto PSOE como Izquierda Unida preguntaron al presidente Jorge Azcón por la gestión de la sanidad aragonesa y la doble actividad presentada hace bien poco. El líder del Ejecutivo autonómico defendió su gestión en el campo en estos primeros meses y mostró confianza en que la doble actividad atraiga a más profesionales a la sanidad pública.

La portavoz socialista y líder de la oposición, Mayte Pérez, criticó al Gobierno PP-Vox-PAR el haber provocado «un caos absoluto» en el medio rural, «amortizando plazas». La propia Pérez acusó a Azcón de usar «medidas de curandero, cataplasmas» en la gestión de los profesionales sanitarios e insistió en que el Ejecutivo es «preso de sus promesas incumplidas». «Nuestra sanidad es hoy menos universal y menos pública», concluyó Pérez, que advirtió al presidente del «riesgo de privatización» del sector en la comunidad.

Poco o nada del diagnóstico socialista compartió el presidente Azcón. «Con lo que les gusta hablar de memoria, qué poca memoria tienen», señaló el líder del Gobierno, que ilustró con la hemeroteca que «el anterior Gobierno dejó la sanidad en una situación de colapso inminente» que, aseguró, su equipo «está resolviendo». Azcón reivindicó una vez más el presupuesto propio en materia sanitaria, con un crecimiento del 10%, y destacó que su gabinete «recuperó las ambulancias para los pueblos en los primeros cien días y ha regulado las listas de espera, porque el anterior Gobierno escondía mil pacientes».

Izquierda Unida preguntó al presidente por la doble compatibilidad impulsada en los últimos días. Para su portavoz, Álvaro Sanz, este tema «genera mucho malestar» y puede «afectar durísimamente al sistema público». «Hay problemas, porque el sistema se adapta a esas posibilidades de facultativos», declaró el diputado de IU, que ve en la facilidad para combinar trabajos en la sanidad privada y en la pública «un incentivo a que los profesionales solo quieran estar en Zaragoza, donde es más fácil el acceso a los hospitales privados».

Mayte Pérez, portavoz socialista y líder de la oposición, durante su intervención en el pleno.

Mayte Pérez, portavoz socialista y líder de la oposición, durante su intervención en el pleno. / LAURA TRIVES

De nuevo, Azcón no compartió, como era esperable, el análisis sanitario de Izquierda Unida. «Creemos que la medida es para mejorar la vida de la sociedad», aseveró el presidente autonómico, que declaró que esta nueva enmienda a la compatibilidad se ha desarrollado «solo porque falta personal y no se puede tener de hoy para mañana». «Había que tomar medidas», aseguró Azcón, que defendió que «si hay médicos que quieren trabajar más, es de justicia que lo puedan hacer». Ahí, el jefe de la DGA volvió a recordar «la situación de colapso» que encontró al llegar al Pignatelli.

«Queremos recuperar a profesionales que se fueron a la sanidad privada», insistió Azcón, que explicó que todos esos médicos son «absolutamente necesarios». Esta afirmación no gustó a Sanz, que acusó al presidente de «darle la vuelta dialécticamente» a la nueva normativa. El de IU le pidió más información sobre los posibles casos de mala praxis, a lo que Azcón pidió «cautela, porque hay que respetar a los profesionales sanitarios».