Proyectos estratégicos

El fondo Blackstone impulsa un campus de datos de 200 hectáreas en Calatorao

Aliseda compra 16,4 hectáreas al ayuntamiento por 2 millones para impulsar un nuevo polígono junto a la autovía de Madrid, un enclave en el quiere levantar almacenes para los gigantes tecnológicos

La autovía de Madrid a su paso por los terrenos (a la derecha de la carretera) donde se levantará el nuevo polígono industrial de Calatorao

La autovía de Madrid a su paso por los terrenos (a la derecha de la carretera) donde se levantará el nuevo polígono industrial de Calatorao / F.C

Un nuevo polo industrial de más de 200 hectáreas de superficie va a emerger en los próximos años en el entorno de la ciudad de Zaragoza, en el eje de la autovía de Madríd (A-2). Aliseda, la filial inmobiliaria de Blackstone y el Santander, ha desempolvado el proyecto del polígono industrial privado Europa-Puerta Sur en la localidad de Calatorao, a cuyo ayuntamiento acaba de comprar 16,4 hectáreas con el objetivo de urbanizar ese futuro complejo. Con ese propósito, han empezado a realizarse estudios geotécnicos sobre estos terrenos. El objetivo del fondo inversor estadounidense, que lidera la operación, es levantar en estos suelos un gran campus de centros de datos de hiperescala, según aseguran a este diario fuentes conocedoras del proyecto. 

El fondo norteamericano iría de la mano de un promotor especializado en la gestión de centros de datos cuyo nombre todavía no ha trascendido. Lo que sí es conocido es el interés de Blackstone por la construcción y explotación de este tipo de activos inmobiliarios, una estrategia que sigue a nivel mundial y que ahora quiere poner en práctica en España. Prueba de ello es la adquisición hace tres años de QTS, un operador especializado en datacenters.

Hay constancia también del interés que despierta la localización de Calatorao en este sector, que está en plena explosión por el boom de la inteligencia artificial. Un tipo de infraestructuras que ya promueven en Aragón dos gigantes digitales como Amazon Web Services (AWS) y Microsoft, el primero de ellos con tres almacenes ya operativos. Ambos compañías, de hecho, sondearon esta localidad zaragozana como posible destino de sus instalaciones.

El polígono en cuestión se empezó a promover hace cerca de 20 años, pero tras el pinchazo inmobiliario de 2008 se quedó en barbecho. Desde entonces han sido varias las intentonas para resucitar un proyecto que ya está registrado en el catastro y cumple todos los trámites legales para desarrollarlo. El empujón definitivo para su reactivación se ha gestado en los últimos años de la mano de Aliseda, la sociedad a la que fueron los activos improductivos del antiguo Banco Popular.

La inmobiliaria, controlada por Blackstone, tenía en sus manos hace tres años algo más de 40% de los suelos que conforman el polígono. Desde entonces ha ido adquiriendo parcelas al resto de propietarios de la zona hasta hacerse con la práctica totalidad de los terrenos de cara a emprender su urbanización, cuyo proyecto inicial se prevé rediseñar para adoptarlo a las nuevas exigencias y demandas. El paso previo ha sido el inicio de los trabajos geotécnicos para analizar los suelos sobre los que se levantará el polígono.

La última adquisición la ha realizado al ayuntamiento de esta localidad de la comarca de Valdejalón a través de la sociedad Calanza Inmuebles SL, que se ha hecho con cinco fincas de propiedad municipal que suman 161.416,58 metros cuadrados (16,1 hectáreas), con una superficie edificable de 111.362,49 m2. El montante de la compra ha ascendido a 2.003.000 euros, según recoge el acuerdo aprobado por unanimidad en el pleno extraordinaria celebrada el pasado 14 de mayo.

Estudios geotécnicos

El contrato de adjudicación de los suelos recoge una serie de compromisos de la parte compradora para materializar el polígono. En concreto, deberá ejecutar la urbanización de los suelos en un plazo máximo de tres años y seis meses desde que el ayuntamiento apruebe el proyecto de la misma, que el promotor prevé presentar este año. Desde la recepción de estas obras, tiene otros seis años para presentar los proyectos de edificación (básico y de ejecución), de actividad y la licencia de obras.

Desde el ayuntamiento eludieron pronunciarse sobre una operación que puede contribuir al impulso de la economía y el empleo local, aunque ese acicate será mayor o menor en función de los usos finales, según apuntan fuentes locales, que dicen desconocer que sea para centros de datos, como así aseguran a este diario fuentes conocedoras de la operación. A esa posibilidad apuntaba ya la solicitud realizada a Red Eléctrica para dar cabida en la zona a un consumidor electrointensivo de 300 megavatios (MW), una magnitud de potencia equiparable a la realizada por AWS y Microsoft entre otros nudos para proyectos de este tipo.

El polígono Europa-Puerta Sur tiene una superficie total de 2.236.305 metros cuadrados (223 hectáreas) con 3,5 kilómetros de fachada hacia la autovía A-2, en dirección Zaragoza. Está situado a 280 kilómetros de Madrid y 350 de Barcelona. Le separan apenas 2 km del complejo agroalimentario construido en Épila por BonÀrea y de Actiture, la empresa que ha adquirido Zufrisa, ambas en la margen izquierda de la autovía. Casi colindante con el polígono (menos de 500 metros lineales) hay una planta fotovoltaica de 50 MW que instaló Forestalia.

Fue diseñado para parcelas de entre 2.000 y 100.000 metros cuadrados, una distribución que Aliseda tiene intención de modificar para dar cabida a instalaciones de mayor tamaño, es decir, naves XXL. La situación estratégica de los suelos y sus grandes dimensiones lo facultan para desarrollar los proyectos ambiciosos.

Este diario se ha puesto en contacto con Aliseda para conocer sus planes de inversión en Calatorao, pero la inmobiliaria ha declinado pronunciarse al respecto. La compañía, dedicada a la gestión de activos y préstamos inmobiliarios, es propiedad de fondos gestionados por Blackstone (51% del capital) y Banco Santander (49%). De manera conjunta con Anticipa Real Estate, gestiona cerca de 100.000 activos y créditos inmobiliarios, por valor de 16.500 millones de euros. 

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