SECTOR SERVICIOS

La falta de camareros hace mella en la hostelería y obliga a limitar su oferta

Tanto los profesionales como la patronal muestran su preocupación por un problema que engloba la escasez de vocaciones y de personal cualificado

Una camarera trabaja en una terraza del centro de Zaragoza, hace unos días.

Una camarera trabaja en una terraza del centro de Zaragoza, hace unos días. / Laura Trives

La falta de camareros y otros empleados del sector de la hostelería preocupa en Aragón. Esta inquietud la comparten tanto las asociaciones profesionales como las empresas, que ven cómo la falta de vocación y de mano de obra cualificada resulta un problema que incluso lleva a que algunos establecimientos ajusten su oferta al número de trabajadores del que disponen. Una situación compleja, que responde a múltiples causas como las condiciones laborales y de conciliación, el desprestigio que sufre la profesión en la opinión pública y la falta de adecuación de los planes formativos a las necesidades reales.

Esa falta de mano de obra cualificada «claro que preocupa», como apunta el presidente de Horeca Zaragoza y de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, Fernando Martín. «La única solución que tenemos en este momento es limitar la oferta», relata, pues «al controlar la oferta, controlas la demanda». Es decir, ajustar los servicios al número de trabajadores disponibles, «aunque se quede la mitad del restaurante vacío». Sobre este escenario, Martín explica que la falta de personal viene de lejos «y ahora se constata mucho más». «En todos los subsectores del turismo y la hostelería faltan por cubrir puestos -relata- pero sobre todo, cualificados. Y no haríamos nada cargándonos de gente no cualificada, porque la productividad es mucho menor».

Esta escasez de personal también la observa el presidente de las Asociaciones de Maitres y Barman de Aragón, Carlos Orgaz. Bajo su punto de vista, «son muchas las circunstancias negativas que se dan en el sector», aunque destaca que «son fundamentalmente las condiciones laborales que se tienen en la hostelería» las causantes.

«Seguimos firmando convenios que no se cumplen en la mayoría de los sitios», asevera. «Hay muchos empresarios que hacen bien las cosas, pagan bien a su personal y lo tienen contento. No todo el mundo es malo, pero no todo el mundo es bueno», añade.

Sobre este asunto, Martín considera que existe «un convenio muy digno», que se ha elevado «un 9%» en dos años, aunque admite: «Sabemos que hay que hacer deberes, es un sector complicado». En ese sentido, se refiere a, por ejemplo, los horarios, que «los marcan los clientes». «Desde la pandemia tratamos de marcar los horarios, pero es difícil. Es un tema educacional y social también», indica. Ante este escenario, el presidente de Horeca afirma que se debería «prestigiar la profesión y el sector». «Queremos dignificar el oficio y hay gente que está encantada de trabajar en muchos establecimientos», valora.

Orgaz, que también es docente en la escuela de hostelería de Miralbueno, coincide en la observación de que, en la actualidad, no es un sector atractivo. «Muchos de los que se apuntan en un ciclo formativo para camarero es porque no les han dado plaza en otras formaciones, ya los tenemos ahí sin ningún tipo de vocación», cuenta. Su análisis también se detiene en la adecuación de los planes educativos al la realidad laboral,_«pues un alumno que está en sala no pasa por la cocina», y el que está en cocina «no sabe hacer un café o montar una mesa», mientras que las empresas «quieren gente polivalente, sobre todo, en restaurantes pequeños», destaca.

 En esta percepción también coincide Martín, que observa que, en el sector, «no hay gente formada porque las escuelas de hostelería no funcionan como tendrían que funcionar, no hay gente en las escuelas». Al respecto, señala que uno de los grandes proyectos de Horeca es «la creación de una escuela superior de hostelería para formar al nuevo personal que se está demandando».

Y concluye: «Somos fuertes, hemos aguantado otras crisis y creo que esta conseguiremos superarla. Vamos a poner en marcha una escuela sí o sí y vamos a tratar de aportar profesionales al mercado laboral y prestigiar la profesión». 

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