CONCIERTOS Y EXPOSICIONES

Los zaragozanos disfrutan de un San Valero cultural sin restricciones

Los museos municipales han abierto sus puertas de par en par y la música ha sonado en varias plazas del centro de la ciudad

R. L. M.

La costumbre de dedicar la mañana de San Valero a realizar actividades culturales se había convertido casi en una tradición en los años previos a la pandemia. Poco a poco, el hábito se vuelve a asentar entre los zaragozanos, como ha quedado demostrado este domingo por la mañana. Los conciertos programados en difrentes puntos del centro de la ciudad y la jornada de puertas abiertas en los museos han atraído de nuevo a muchos ciudadanos en una mañana fría, pero por suerte soleada y poco 'ventolera'. 

En el primer San Valero sin mascarillas ni restricciones tras dos años pandémicos, los museos municipales abrazaron la ansiada normalidad y a unos visitantes con ganas de cultura. «Hemos ido con los niños a ver los cabezudos y ahora vamos a aprovechar para ir a un par de museos», ha comentado Luis Corchón mientras hacía fila con sus hijos para acceder al Museo del Foro, en la plaza de la Seo. 

El teatro romano de Caesaraugusta también ha registrado filas durante buena parte de la mañana, algo que no ocurrió el año pasado con tanta intensidad. La jornada de puertas abiertas ha servido para que algunos lo visitaran por primera vez, como era el caso de Natalia, una niña zaragozana de nueve años. «Me ha gustado mucho recorrer el teatro e imaginarme cómo vivían los romanos en esa época», ha indicado. Otro de los museos más demandados ha sido el del Fuego, muy visitado también por los más pequeños de la casa. 

La plaza San Felipe se llana de música

Más allá de los centros expositivos, San Valero ha llegado este año a Zaragoza con ganas de bailar y cantar. Y es que han sido muchas las propuestas programadas en esta edición. La Asociación Musical de El Picarral ha ofrecido un concierto en la plaza San Pedro Nolasco a las 11.00 horas, mientras que el plato fuerte de la jornada ha llegado con el FestiValero. La tercera edición del encuentro musical organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza, Aragón Radio y Aragón Cultura ha vuelto a apostar este año por los grupos emergentes de la tierra. Así, la plaza San Felipe, en el Casco Histórico, se ha llenado de nuevo de talento aragonés.

El Museo Pablo Gargallo ha abierto sus puertas de par en par.

El Museo Pablo Gargallo ha abierto sus puertas de par en par. / Jaime Galindo.

La música folk y celta ha estado representada por el Dúo Dídyma –impulsado por Oihane Jimeno (violín) y Cecilia Ferraz (violoncello)–, mientras que el vibrante swing de los años 30 ha sonado gracias al grupo The Swind Garret. La joven banda de pop zaragozana Luna de Marte ha presentado su primer disco y el emergente dúo Isla Kume ha puesto fin al vermú musical. Aunque han tocado los últimos, Andrés Campos y Laura Sorribas han logrado congregar a un buen número de ciudadanos con su innovadora y prometedora propuesta. «La verdad es que suenan muy bien y hacen algo diferente», ha destacado la joven zaragozana María Soler. El dúo ha aprovechado el concierto para mostrar su rechazo al desalojo del Centro Social Comunitario Luis Buñuel. 

La programación musical en el día de San Valero ha llegado también a la plaza del Pilar –donde ha tocado el grupo O’Carolan– y a San Pedro Nolasco, que ha acogido el sonido de las bandas de música con la Unión Musical La Almozara. Y, como no podía ser de otra forma, las jotas han vuelto a estar presentes en el escenario de la Fuente de la Hispanidad.