La evolución de la pandemia

Las bajas entre los sanitarios en enero son ya un tercio de todas las que hubo en 2021

Hasta el día 17 ha habido 3.561 permisos frente a 12.545 del año pasado completo / "Les han dicho que si en el trabajo llevan bien puesta la mascarilla, no es laboral», señala Jessica Fessenden, responsable de Riesgos Laborales del sindicato CSIF

Inicio de la campaña de vacunación contra la gripe en el hospital Miguel Servet.

Inicio de la campaña de vacunación contra la gripe en el hospital Miguel Servet. / ANGEL DE CASTRO

Eva García

Eva García

La variante ómicron y su alta contagiosidad está afectando enormemente a los profesionales sanitarios en Aragón. En la última semana (los datos se actualizan cada lunes) había 1.440 profesionales del Servicio Aragonés de Salud de baja, en su mayoría por contagio por coronavirus, aunque no se especifica el motivo.

Estos casi 1.500 sanitarios supone la cifra más alta desde principios del año pasado, cuando tienen cifras los sindicatos. La tendencia ha ido creciendo desde diciembre; y si el 20 de diciembre había 511 profesionales enfermos, los números se han multiplicado en el último mes.

En las tres primeras semanas de este 2022 hay 3.561 sanitarios de baja, lo que supone casi un tercio de las notificadas en 2021, que fueron 12.545

De hecho, en las tres primeras semanas de este 2022, hay 3.561 sanitarios de baja, lo que supone casi un tercio de todas las notificadas en el año 2021, que fueron 12.545. Aunque hay que tener en cuenta que los permisos por enfermedad suelen ser más cortos con esta nueva variante que en anteriores olas, con sintomatología más grave. 

Fuera del ámbito laboral

Estas bajas solo se han considerado contagios por covid en el ámbito laboral y por lo tanto enfermedad profesional de sanitarios y no sanitarios del Salud en 739 casos, lo que representa un 2,69% de la plantilla, según señala el sindicato CSIF. De esos contagios en el trabajo, 638 corresponden a hospitales y 101 a Atención Primaria. Y por categorías, 191 médicos, 285 enfermeros, 209 TCAE, y 24 celadores y otros profesionales. En cuanto al género, 605 fueron mujeres y 134 hombres.

Para CSIF este dato de 739 casos reconocidos como enfermedad de ámbito laboral es «muy bajo» porque, señalan, son muchos más los que se han contagiado en sus centros de trabajo. Y de hecho, con el último número de bajas entre profesionales del Salud en este mes de enero, en la gran mayoría son comunitarios porque les «han dicho que si en el trabajo llevan bien puesta la mascarilla, no es laboral», señala Jessica Fessenden, responsable de Riesgos Laborales del sindicato.

En primera persona

Laura y Ana son dos de las enfermeras que acaban de reincorporarse a su trabajo tras una baja por coronavirus. Ambas trabajan en el Clínico. La primera reconoce que se sienten «maltratados por la administración porque nos dan la baja por enfermedad común», por lo que supone una merma en sus ingresos, al mismo tiempo que señala que «solo consideran baja por enfermedad laboral a los que están en planta covid» siendo que «todos estamos en contacto con el virus». No sabe donde se contagió porque el primero que tuvo síntomas fue su hijo pequeño y después cayó toda la familia (su marido trabaja en Atención Primaria y se ha reinfectado con las tres dosis puestas), que tuvo fiebre alta.

"Solo consideran baja por enfermedad laboral a los que están en planta covid, siendo que todos estamos en contacto con el virus", dice una enfermera del Clínico

Señala que «nos protegemos mucho» porque «trabajamos con pacientes oncológicos y tenemos miedo a contagiarlos», aunque también afirma que en la primera ola «pasamos más miedo por el temor a llevarlo a casa». En estos momentos, dice «estamos centrados en luchar contra la pandemia», aunque dice sentirse cansada por «la sobrecarga de trabajo» que podría haberse paliado si no se hubieran rescindido los contratos realizados para reforzar las plantillas»; por eso señala que «ahora estamos peor que nunca». 

"He sentido angustia y tristeza por estar encerrada y porque no sabes si vas a contagiar a los que viven contigo. Estamos peor que nunca", señala otra profesional del Salud

Por su parte, Ana volvió a su trabajo el viernes. En su caso, ha estado completamente aislada, porque su familia no ha contraído el virus. Asegura haber sentido «angustia y tristeza por estar encerrada y porque no sabes si vas a contagiar a los que viven contigo»; así que no ha llevado bien el encierro. Es difícil para «alguien que está acostumbrado a tratar con gente y ha habido veces que me faltaba el aire y tenía que abrir el balcón para ver gente».

Está vacunada con las tres dosis y ha vuelto a reinfectarse. Cree que se ha contagiado en el trabajo, porque es «donde más bichos hay» y porque en los últimos días solo ha estado en el trabajo, en el transporte público (lleva doble mascarilla) y un par de veces en la compra, pero «no podría asegurarlo». 

El miedo que ha sentido ahora es «diferente», reconoce, porque al principio «no sabíamos lo que te podía pasar, ahora tampoco pero conocemos un poco más. Mi miedo es contagiar a otras personas», señala. Y muestra un deseo: «que se acabe ya porque cada día ves que rompe la vida de mucha gente» y que haya «más manos» para luchar contra el virus.