Zaragozeando

La nostalgia marca la despedida de un estadio para la historia: adiós, Romareda

Más de 21.000 personas han entrado a La Romareda en las últimas tres semanas antes de que comiencen las obras que marcarán el inicio de una nueva etapa para el club y la capital aragonesa

La nostalgia marca la despedida de un estadio para la historia: adiós, Romareda

Laura Trives

Iván Trigo

Iván Trigo

Llegó el verano que muchos zaragocistas y zaragozanos llevaban tiempo esperando. Después de más de dos décadas de intentos, de proyectos que se quedaron en los cajones, de fracasos y de planes que nunca vieron la luz, en menos de un mes comenzarán las obras para construir el nuevo estadio de La Romareda. La grada del Gol Sur desaparecerá este año en lo que será el inicio de una añorada transformación que también ha dado pie a la aparición de un sentimiento de nostalgia colectiva. En las últimas tres semanas, más de 21.000 personas han visitado el vetusto estadio para despedirse de su aspecto actual, el mismo que lleva luciendo desde su última reforma de calado, que se hizo precisamente para el Mundial de España de 1982.

El pasado 3 de junio, el club abrió las puertas del estadio para permitir acceder al Gol Norte sin entrada y de forma gratuita. El objetivo era permitir a los aficionados que se despidieran, desde allí, del Gol Sur, que la temporada que viene ya no estará presente mientras el Zaragoza disputa sus partidos. Y la acogida ha superado todas las expectativas del club. Ha habido personas que han pasado tardes enteras sentados en una butaca con la elástica blanquilla puesta y mirando hacia el fondo sur como si con la demolición de esa parte del estadio se fuera también una parte de sus vidas.

«Estos días son días especiales. Son los últimos en los que vamos a poder ver el estadio tal y como era. Hay como una especie de romanticismo en el ambiente...», explicaba Fermín González, un aficionado zaragocista y que ha estado dos días como voluntario del Ayuntamiento de Zaragoza en el estadio municipal ayudando al resto de ciudadanos que han entrado en La Romareda para despedirse de ella.

«Recuerdos tengo muchos. Infinitos. Me acuerdo cuando me colaba al estadio precisamente por la grada del Gol Sur para entrar a ver los partidos... Te hablo de los años 60. Me acuerdo de un partido especialmente en el que me dejé los tobillos intentando entrar. Jugábamos contra el Madrid y después de caerme me pillaron y me echaron», ríe González. Entre sus recuerdos brillan especialmente los partidos de Los Magníficos, «la mejor época del Real Zaragoza».

"Mi particular teatro de los sueños"

Entre la gente que ha pasado por el estadio estos días la palabra más repetida era nostalgia, incluso entre los más pequeños. «Es extraño pensar que La Romareda va a cambiar. Soy abonado desde que nací y llevo viniendo con mi padre toda la vida (15 años). Por una parte tengo muchas ganas de ver el estadio nuevo pero por otra me da como pena», comentaba Óscar.

Estos días han visitado La Romareda ciudadanos de todo tipo: mujeres embarazadas cuyos bebés ya no conocerán el estadio como lo han disfrutado sus padres, aficionados con camisetas de todas y cada una de las temporadas, colegios que se han organizado para visitar el campo antes de los primeros derribos, abonados que llevan décadas pagando sus cuotas. Hasta pintores han acudido estos días para plasmar con acuarela los graderíos blancos y azules antes de que desaparezcan.

Un aficionado posa con una camiseta del Real Zaragoza para despedirse del estadio.

Un aficionado posa con una camiseta del Real Zaragoza para despedirse del estadio. / LAURA TRIVES

«Mi particular teatro de los sueños». «Estará viejecica pero es que no se puede ser más bonita. Mil abrazos, mil lágrimas de alegría pero también de tristeza. Mil momentos inolvidables vividos allí y que permanecerán en nuestra memoria para siempre. Eterna Romareda». «Hoy nos hemos vuelto a despedir de ti tal y como eres...». Estos son solo algunos mensajes que se han podido leer estos días en las redes sociales de personas que han visitado el estadio estos días.

Juan Pablo II y Michael Jackson

Pero La Romareda no es el hogar del Real Zaragoza. El estadio zaragozano también ha acogido tres finales de la Copa del Rey y tres de la Copa de la Reina. Fue una de las sedes del Mundial de Naranjito y también de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Sobre su césped han jugado leyendas como Pelé y Maradona. Juan Pablo II también estuvo en el 82 durante un encuentro nacional de enfermos. Y ha servido de escenario para artistas de la talla de Miguel Ríos, Sting, Tina Turner, Gloria Estefan, Michael Jackson, Bruce Springsteen, Alejandro Sanz, Metallica y, por supuesto Héroes del Silencio. Precisamente, Bunbury tendrá el honor de ser el último en tocar en el estadio antes de que comience la construcción del nuevo templo zaragocista en menos de un mes.

La Romareda se inauguró en 1957 y se reformó por primera vez en 1977, cuando se ampliaron las gradas norte y sur. En 1982 se completó la cubierta y desde entonces se han ido haciendo pequeñas reformas para actualizar partes muy concretas del campo. Pero eso es el pasado. El futuro nuevo estadio está a punto de comenzar a levantarse. 

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