Movilidad urbana

Zaragoza se ve a través de las cámaras: así es una ciudad inteligente

La tecnología bien aplicada es fundamental para mejorar los núcleos urbanos y la seguridad ciudadana. En Zaragoza hay una treintena de cámaras de videovigilancia en El Gancho, el entorno de Doctor Cerrada y el barrio Oliver que han permitido esclarecer hasta 142 delitos

Cámara y cartel informativo en una parada del tranvía de Zaragoza.

Cámara y cartel informativo en una parada del tranvía de Zaragoza. / JAIME GALINDO

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Si uno pasea por Zaragoza es fácil que se tope con alguna cámara de videovigilancia. Tener una visión completa del entorno de la ciudad es fundamental para mejorar la seguridad pública y la tecnología ofrece plataformas de visualización y análisis de datos que permiten controlar, estudiar y planificar. 

Más allá de la teoría y por dejar las cosas claras desde el principio, todas cámaras cumplen una estricta normativa en la que prevalece el derecho a la intimidad y la protección de datos. Para garantizarlo, no se pueden tomar imágenes ni sonidos del interior de las viviendas ni de los vestíbulos de los edificios. Vaya, que la vida privada de cada uno se respeta y no corre peligro. Además, en todas las zonas con dispositivos de grabación hay un cartel informando de que se trata de un perímetro controlado por este tipo de cámaras. 

El Gancho, un barrio videovigilado

Las primeras cámaras de videovigilancia en la ciudad llegaron al barrio de El Gancho, uno de los más conflictivos de la ciudad que se utilizó como escenario piloto para comprobar si su presencia podía ejercer presión y reducir la delincuencia. A día de hoy hay una docena de dispositivos repartidos por las calles más problemáticas que han servido para esclarecer 142 delitos en los últimos cuatro años. 

En la capital hay 28 aparatos de videovigilancia en Zamoray-Pignatelli (12), Oliver (2) y en el entorno de Doctor Cerrada (14) y este año se instalarán en los alrededores de la calle comercial Delicias, la zona de bares de Universidad y el Casco Histórico. El ayuntamiento ha reservado una partida de 300.000 euros para ello. 

Su éxito se apoya en datos, puesto que la Policía Local ha logrado esclarecer 142 delitos con el visionado de las imágenes, que están bajo custodia de la Policía Local y solo pueden ser reclamadas por la Policía Nacional o por orden judicial. Las grabaciones, en la mayoría de las ocasiones, han servido para identificar a los presuntos delincuentes. Por años, sucedió en 50 casos entre 2020 y 2022, 54 en 2023 y en 38 ocasiones en lo que va de año. 

En la línea del tranvía

Estas no son las únicas, puesto que los tranvías tienen las suyas propias repartidas por las paradas. Hasta 200 cámaras vigilan durante las 24 horas del día la línea del Urbos 3 desde Valdespartera, donde se ubica el Puesto de Control Central. En este caso, estos dispositivos permiten vigilar incidentes, accidentes o actos vandálicos. 

Además, todos los convoyes llevan sus correspondientes cámaras tanto en su interior, en sus retrovisores y otras tantas que enfocan a sus laterales. Solo en el trazado hay 61 dispositivos. 

El control de tráfico de las calles y avenidas

A estas hay que sumar las 80 cámaras de alta definición que hay instaladas en las principales calles y arterias de la ciudad para controlar y vigilar el tráfico. En este caso, los aparatos permiten conocer los distintos flujos de circulación, analizar los datos y mejorar los planes de tráfico, siempre con el objetivo de evitar atascos y priorizar a los peatones, ciclistas, autobuses (y tranvía) y conductores, en este orden. 

Los equipos permiten discriminar entre vehículos, motos y ciclistas gracias a su alta tecnología. Sucede algo parecido con las cámaras instaladas en el entorno de Doctor Cerrada. 

Por si fuera poco, pronto habrá otros dispositivos en Zaragoza para controlar el acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). En principio, el control de las matriculas va ligado a la licitación del contrato del estacionamiento regulado, es decir, la zona azul y naranja. 

Con varios meses de retraso acumulados, la licitación tardará puesto que no se prevé que se haga efectiva hasta el próximo año.