Una gran plaza conectará el bulevar de Isabel la Católica con La Romareda

El proyecto de la nueva Romareda es mucho más que un campo de fútbol. Pensado y diseñado para acoger grandes eventos, más allá del Mundial de Fútbol 2030 y algún que otro concierto –a ser posible de estrellas internacionales–, el majestuoso y moderno estadio va a contribuir a regenerar todo su entorno, enmarcado en el eje del tranvía. Con la mirada puesta en los últimos coletazos de 2027, la finalización de la construcción del estadio culminará con la creación de una gigantesca plaza conectada con el bulevar de Fernando el Católico, Isabel la Católica y los accesos al tranvía. De esta manera, se dará continuidad a este paseo peatonal con la plaza Paraíso como epicentro y permitirá integrar tanto el estadio como el Auditorio en un mismo y renovado espacio ciudadano que culminará en la plaza Eduardo Ibarra, por un lado, y el Parque Grande José Antonio Labordeta, por el otro.

Esta es la idea que plantean desde Idom, aunque la decisión y ejecución, en todo caso, sería del ayuntamiento. La consultora encargada del diseño del estadio ya piensa en la inauguración del coliseo y en crear un gran zona de convivencia en torno a la nueva Romareda. Con la idea de que el estadio será algo más que un campo de fútbol, sugieren conectarlo con el bulevar a golpe de pavimento, con un mismo tratamiento del suelo.

La nueva Romareda tendrá una calle interior transitable y con luz natural

Para ello, se despejará de elementos innecesarios la zona, como el aparcamiento de coches que ahora hay en el acceso de la calle Luis Bermejo, apenas transitado y que sirve de entrada al parquin del Auditorio. Para salvar el desnivel del terreno, desde Idom plantean crear un graderío, que hará también la función de escalera, similar al de San Juan de los Panetes. De esta manera, los días en los que no haya partido –o incluso durante las jornadas–, este rincón servirá como zona de estancia y convivencia.

Hay que tener en cuenta que el futuro campo de fútbol va a tener una galería comercial en su interior, conectada por una calle que rodeará al campo y que servirá de acceso tanto a las tiendas como a la zona de restauración y la terraza 360º de su azotea. El anillo peatonal dentro del campo está diseñado de manera que abra sus puertas solo para los servicios comerciales.

Otro de los planteamientos de Idom para mejorar la escena urbana que rodea al estadio pasa por acortar la rasante que da acceso al túnel de Urgencias del hospital Miguel Servet, vallado en todo su tramo. Lo que proponen es acortar en varios metros el acceso, con un carril propio. De esta manera, se podría integrar mejor en la plaza.

Por su puesto, para generar una imagen homogénea el pavimento tendrá que ser exactamente el mismo que el que se ha utilizado en el bulevar y el paso peatonal del tranvía. También el resto del mobiliario deberá ser el mismo y la calle Luis Bermejo podría dejarse a cota cero, en aras de alcanzar una imagen unificada.

Así, aquellos viajeros que desciendan desde el tranvía tendrán la sensación de adentrarse en una gigantesca plaza o en una gran zona verde. Todo ello, con la moderna estructura de la nueva Romareda. 

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