Teruel dará ayudas directas de 1.000 euros a los afectados por el derrumbe del edificio

Los vecinos se unen para elaborar un peritaje paralelo al del consistorio turolense

Los afectados por el derrumbe del edificio de Teruel aúnan fuerzas con una plataforma

Este es el estado del solar donde se ubicaba el edificio derrumbado en el número 21 de la calle San Francisco, este martes.

Este es el estado del solar donde se ubicaba el edificio derrumbado en el número 21 de la calle San Francisco, este martes. / EFE | ANTONIO GARCÍA

Apenas habían transcurrido 24 horas escasas desde que se derrumbara el edificio del número 21 de la calle San Francisco de Teruel y los vecinos afectados ya habían decidido aunar fuerzas con la creación de la Plataforma de Afectados por las filtraciones de la calle San Francisco. Este fue el resultado de una fructífera reunión que mantuvieron los damnificados en la que decidieron asociarse incluyendo «todos los edificios de la calle» y no solo ese número 21 que se desplomaba pasadas las 12.00 horas de este lunes. Un asociacionismo vecinal en aras de maximizar esfuerzos de cara a definir las causas que desembocaron en este siniestro así como también de «buscar una reubicación para los vecinos que se han quedado sin casa». En paralelo, la alcaldesa de Teruel Emma Buj anunció la aprobación de una ayuda urgente de 1.000 euros por familia para que puedan cubrir los gastos más básicos tras quedarse sin nada. 

Leonor Franco, una de las portavoces vecinales de la plataforma que vio cómo la vivienda de sus padres, ya fallecidos, quedaba reducida a escombros en un abrir y cerrar de ojos, señaló que esperan llevar a cabo una serie de medidas «más concretas» como, por ejemplo, contar con los servicios de un abogado y de un perito independiente que determine las causas del derrumbe. En este sentido, Franco lamentó que «otras edificaciones» de la calle también estaban afectadas «no solo cuando llovía» y, por ello, han decidido incluir en la organización a todos los vecinos de la vía. 

«Había un montón de filtraciones. El agua salía por puntos insólitos como la pared», señaló Franco, aclarando que los vecinos del número 21 «se autodesalojaron por ruidos y temblores tras 15 días avisando». A partir de ahora, sus esfuerzos se centran en «buscar una reubicación» para los 21 vecinos que «se han quedado sin casa» y, además, este peritaje paralelo que se pretende llevar a cabo desde la plataforma arrojará las causas del derrumbe. En función del resultado, sentenció Franco, «ya veremos cómo actuar».

Un peritaje que también completará el Ayuntamiento de Teruel, que ya se ha puesto en contacto con una empresa y el consorcio de seguros «para elaborar el informe». La alcaldesa de Teruel Emma Buj señaló, tras mantener una reunión con los afectados, que se va a contratar una empresa especial de desescombro para que los damnificados puedan recuperar enseres personales como joyas, fotografías y demás recuerdos. Pero no solo Buj tomó esta decisión, sino también de una ayuda inmediata de 1.000 euros por familia y a ponerse en contacto con las inmobiliarias de la ciudad para buscar un alojamiento a cada una «para uno o dos años». «Cada familia es distinta y la respuesta debe ser distinta», señaló, mientras no pudo tratar de valorar la iniciativa los vecinos de acudir a la Justicia. «Yo también iría en contra del Ayuntamiento porque podemos tener responsabilidades directas y subsidiarias. En cualquier caso si yo fuera afectada también lo haría por el tema sobre todo económico».

"Ningún expediente"

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado

aclaró que el área no había abierto «ningún expediente de control urbanístico» hacia este inmueble, cuya construcción data de 1974, más allá de «alguna inspección» por parte de la empresa de aguas. En paralelo, los técnicos municipales ya habían completado ayer las correspondientes revisiones en «muchos» edificios de la calle San Francisco y se prevé que continúen «durante estos días».

En esta misma línea se pronunció la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, negando que el ayuntamiento hubiera recibido avisos de los vecinos por daños estructurales; sí reconoció recibirlos por filtraciones de agua. Precisamente, la regidora aguantó estos reproches ayer y anteayer ante un nutrido grupo de vecinos que se manifestaron a las puertas del consistorio.

Este era el estado que presentaba una de las columnas del edificio derrumbado.

Este era el estado que presentaba una de las columnas del edificio derrumbado. / SERVICIO ESPECIAL

Aunque todavía es pronto para determinar las causas del derrumbe, y «hasta que se efectúe la correspondiente peritación», algunas voces autorizadas del sector de la construcción como el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón ya se posicionaron al respecto aludiendo a un fallo estructural como «causa activa y no un proceso lento». «Un análisis preliminar de la observación de las imágenes de algunos pilares junto a otras de filtraciones de agua a través de los muros de contención con la calle San Francisco parecen indicar que el colapso se debe un fallo en el terreno», afirmaron en un comunicado remitido a los medios de comunicación.

Según la presidenta de la demarcación de Teruel del Colegio, María Castel, «por lo rápido que sucedió todo se entiende que la causa del colapso es algo activo». Desde la entidad añadieron que, tras las labores desescombro, se deberán analizar los restos de la estructura y la cimentación y estudiar las condiciones del terreno. 

"Abrumados de cómo se han volcado"

El voluntariado Acompañando Teruel está recibiendo durante estos días una alta dosis de solidaridad con la respuesta de los turolenses al derrumbe del edificio de la calle San Francisco: desde los enseres más habituales como ropa o alimentación hasta otros que no se pueden llegar a almacenar como la vivienda y el acompañamiento psicológico o jurídico. «Estamos saturados y abrumados de cómo se han volcado los vecinos de Teruel», exclamaba ayer Lucía Caballero, responsable de Servicios Sociales de la Federación de las Asociaciones Vecinales y Culturales de Teruel, concretando que, a mediodía, «más de 400 personas» se habían puesto en contacto con el voluntariado «ofreciendo lo que tienen».

A esa hora todavía estaban «contabilizando» los efectos que habían llegado hasta sus dependencias, pues el llamamiento a través de las redes sociales había provocado una respuesta por encima de la esperada «en menos de doce horas». «Estamos trabajando mucho para cubrir las necesidades de nuestros vecinos», señaló Caballero, añadiendo que la obra social de La Caixa se había puesto en contacto con ellos para tratar de canalizar las donaciones que otros muchos ciudadanos quería efectuar desde la distancia y «no sabían cómo». De hecho, se llegó a facilitar el número de una cuenta corriente a la que incluso se podían enviar Bizum.

Además, a los vecinos afectados se les facilitó un local ubicado en el barrio de El Carmen para que se pudieran reunir y «tomar decisiones».