La actualidad del Real Zaragoza

Víctor y Cordero, el reto de una revolución mayor y más difícil en el Real Zaragoza

El club se enfrenta a un escenario de 24 jugadores con contrato, con 32 temporadas en global firmadas, mucho más complicado para una revolución que el del curso pasado, donde firmó 10 jugadores y dio salida a 15, con más finales de vínculo de por medio

La revolución que planea el entrenador y que debe ejecutar el director deportivo, que supone un cambio de no menos del 60% de la plantilla, amenaza el récord de la temporada 14-15, donde llegaron 15 refuerzos en verano

Cordero y Víctor Fernández, en la presentación del entrenador en marzo.

Cordero y Víctor Fernández, en la presentación del entrenador en marzo. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

La primera temporada de Juan Carlos Cordero en la dirección deportiva del Real Zaragoza, la que acaba de finalizar, la saldó en un mercado de verano, en el que sin contar la finalización de 6 cesiones, tuvo que realizar 15 bajas y 10 fichajes (Poussin, Bakis, Lecoeuche, Enrich, Toni Moya, Maikel Mesa, Mollejo, Valera, Mouriño y Vallejo), además del retorno de Marc Aguado de su préstamo en el Andorra. El escenario de la revolución era mucho más sencillo, con muchos finales de contrato, que el que van a tener ahora el propio Cordero y Víctor, que es el que va a trazar las líneas maestras y los objetivos para que sea el director deportivo cartagenero el que lleve a cabo ese plan en las altas y en las bajas. De hecho, los 24 jugadores que ahora mismo tienen contrato en el Zaragoza suponen 32 años en global, sin contar ahí las renovaciones que pueden llegar este verano, la casi imposible de Francés y las planteadas de Marc Aguado, Francho o Azón.

Ahora mismo, el Real Zaragoza, tras el fin de las cesiones de Badía y Guti (Elche), Mouriño, Mollejo y Valera (Atlético), Zedadka (Lille) y Manu Vallejo (Girona), además de acabarse el vínculo de Fran Gámez, tiene con un año más de contrato a 18 jugadores, a Cristian, Rebollo, Francés, Lluís López, Jair, Lecoeuche, Nieto, Grau, Francho, Toni Moya, Marc Aguado, Maikel Mesa, Azón, Enrich, con uno opcional más, y los retornados Sabin Merino (Ferrol), Bermejo (Elche), Guillem Naranjo (Teruel) y Baselga (Sabadell). Hasta 2026 poseen vínculo Poussin, Bakis y, los que vuelven tras cesión, Marcos Luna (Real Unión) y Carbonell (Ejea), mientras que en 2027 acaba el vínculo del lesionado Borge y de Adrián Liso, que será jugador de primer equipo, aunque ahora aún tiene contrato del filial. La revolución que planea Víctor supera el 60% de la plantilla, con muy pocos intocables y con refuerzos en todas las líneas: dos porteros, dos laterales derechos, uno o dos en la izquierda, dos centrales al menos, dos centrocampistas, dos o tres extremos y dos delanteros.

Es decir, no menos de 13-15 fichajes en un Zaragoza que no tiene el mejor escenario para tanto refuerzo, porque las salidas de jugadores con contrato implican o bien buscar una cesión para compartir ficha, difícil cuando la mayoría, hasta 18, también cuentan con solo un año más, o una indemnización para que se marchen con la carta de libertad en el caso de las salidas más claras, que en el Zaragoza son Poussin, Rebollo, Lecoeuche, Enrich, Grau o Bakis, al que sí se le puede buscar una cesión con dos años más que tiene, además de los jugadores que vuelven tras su cesión en esta temporada, que en principio no se quedarán. Y también hay futbolistas que pueden marcharse traspasados, como Maikel Mesa, con un interés claro del Tenerife y el deseo de marcharse allí, además de cualquiera de los canteranos que tienen que renovar, Azón, Francho, Marc Aguado y Francés, en particular este último, al que quiere el Alavés, sin llegar a las cifras que autorizarían su salida, más algún club de Primera más.

El anterior escenario

El curso pasado, Cordero tuvo más fácil el trabajo, ya que Ratón, Zapater, Vada, Vigaray y Larra acababan contrato, si bien en los tres últimos el no ejecutar las opciones marcadas supuso alguna cantidad en indemnización, mientras que no se ejecutó tampoco la posibilidad de Ángel López, que podía firmar contrato por tres años tras regresar del Calahorra.

Además, Manu Molina, James y Eugeni, con un año más, sí rescindieron, con la correspondiente carga en el límite salarial, Puche fue traspasado a coste cero al Arouca y Jairo por solo 30.000 dólares al Bolívar, mientras que Sabin Merino salió al Racing de Ferrol cedido, pagando el Zaragoza en torno a la mitad de su elevada ficha, y también a préstamo se fueron Guillem Naranjo (Sabadell y Teruel), Carbonell (Tudelano y Ejea) y Baselga (Sabadell), aunque todos con salarios bajos. Acabaron cesión Mollejo y Giuliano, que regresaron al Atlético, aunque el primero para volver a La Romareda, Gabi Fuentes, Bebé, Alarcón y Gueye.

El récord de Martín González

Si se cumplen las previsiones y la revolución es tan amplia como se piensa, el Real Zaragoza puede batir su récord de refuerzos estivales en esta etapa en Segunda, el que firmó en la 14-15, donde fueron hasta 15 fichajes con la recién arribada Fundación Zaragoza 2032 tras la difícil salida de Agapito Iglesias. Ese verano llegaron Galarreta, Jaime Romero, Bono, Basha, Diogo, Borja Bastón, Cabrera, Willian José, Eldin, Dorca, Mario, Pedro, Rubén, Lolo y Tato, este último a principios de septiembre y desde el paro, en un mercado en el que el Zaragoza, en concreto Martín González, solo tuvo un mes para montar un equipo casi entero, teniendo en cuenta que hasta finales de julio el club estuvo cerca de la desaparición para que la temporada fuera la que más cerca se quedó del ascenso, a siete minutos en la final del playoff en Las Palmas.

En el verano de 2017, con Lalo Arantegui como director deportivo, fueron hasta 14 los fichajes y 13 hubo en los de 2015 y 2016. La ventana estival más tranquila fue la primera con Real Z LLC, la actual propiedad, con solo 6 fichajes en 2022, mientras que Víctor en 2019 tuvo un Zaragoza con 8 incorporaciones veraniegas, aunque ahora quiere bastantes más.