La 7ª jornada de Segunda

El primer revés duro

El Zaragoza, sin fútbol y sin recursos, cae con justicia en Ferrol en un mal partido global

El equipo de Escribá constata su bajón, se queda por primera vez sin marcar y mantiene el liderato tras un partido que decidió el gol de Álvaro Giménez

Cristian Álvarez y Jair se lamentan con Álvaro Giménez detrás celebrando el gol junto a Héber Pena.

Cristian Álvarez y Jair se lamentan con Álvaro Giménez detrás celebrando el gol junto a Héber Pena. / Carlos Gil-Roig

Llegó la primera derrota del curso para este Real Zaragoza que ya había advertido de su pérdida de vuelo en los últimos partidos y que constató esa realidad en una mala noche en A Malata. Lo hizo ante un Racing de Ferrol que confirmó su fortaleza en su campo y que fue mejor en la primera parte y muy superior en la segunda, en la que un medido centro de Carlos Vicente lo ejecutó de cabeza Álvaro Giménez, dos exzaragocistas, y trajo el primer revés duro en esta temporada donde las flores y los halagos habían presidido el inicio del curso, si bien en los últimos tiempos el fútbol había empezado a abandonar al Zaragoza, algo que se ratificó en Ferrol, donde fue el primer partido en que se quedó sin marcar.

El equipo mantiene el liderato después de que el Espanyol cayera en Tenerife, pero la pérdida de fuelle del equipo, pese a la revolución en el once que hizo Escribá, deja margen a la preocupación por mucho que el balance de puntos, con 16 de 21 posibles, sonría al Zaragoza. Los números hablan más que el fútbol de un equipo con menos llegada ahora y que sigue sin encontrar a Bakis, que sufre con el balón y que no tuvo en Bermejo el arma esperada, ni de lejos, y tampoco Valera fue capaz de mantener la versión para que el Zaragoza en ataque fuera el balón parado y la lucha de Azón.

Carlos Vicente, un peligro

Con una alineación repleta de novedades, hasta cinco y con la apuesta por Borge para ocupar el deshilachado lateral zurdo, salió el Zaragoza, con Francés de nuevo titular en el eje y Azón recuperando el sitio en ataque junto a Bakis para que Escribá retocara la medular con Grau y las alas con Bermejo para asaltar A Malata ante un Ferrol repleto de exzaragocistas en su once (Delmás, Carlos Vicente, Bernal y Álvaro Giménez) y que salió con mejor cara en el partido que los blanquillos, de avispa en este duelo.

El Racing buscó desde el inicio el carril de Carlos Vicente, con Borge sin perderle la cara en cada duelo, aunque al Zaragoza le costaba crear fútbol cuando tenía el balón, una constante ya en los últimos partidos. Con todo, los minutos caían sin demasiadas noticias y el cuadro blanquillo solo generaba peligro en alguna transición tras robo y sobre todo a balón parado, con un remate de Francés en un envío de falta Toni Moya como mejor exponente.

Bakis, de nuevo apagado ayer, intenta ganar a Jesús Bernal en su carrera.

Bakis, de nuevo apagado ayer, intenta ganar a Jesús Bernal en su carrera. / Carlos Gil-Roig

Cambió Escribá sus bandas entre Bermejo y Valera para ver si entraban más en acción, sobre todo el segundo de ellos, pero el Zaragoza se seguía sin encontrar cómodo, con un ritmo en el juego muy bajo e incapaz de sorprender al rival cuando tenía la posesión, ya que tanto Grau como Bermejo ralentizaban demasiado el juego y Bakis ni aparecía.

Gran parada de Cristian

Una pérdida del madrileño generó la primera buena ocasión local, en la que Iker Losada realizó un remate demasiado mordido y, acto seguido, Cristian cogió su traje de héroe en un córner de Héber Pena que Carlos Vicente mandó de gran disparo desde fuera del área a la escuadra del argentino, que lo impidió con una intervención antológica. Un taconazo de Jesús Bernal, que se marchó fuera, y una buena acción defensiva de Gámez ante Pena aumentaron la sensación de que el Racing de Ferrol vivía su momento, aunque los últimos minutos, con una versión mejorada de Toni Moya, tuvieron más llegadas del Zaragoza, con un disparo flojo de Valera a pase de Azón y con un mal centro de Gámez en la mejor, y casi la única, buena combinación del ataque zaragocista en todo el partido.

Con todo, lo peor estaba por llegar para el equipo de Fran Escribá, que no tocó nada tras el descanso y que no tardó en ver que el panorama se teñía de negro. Carlos Vicente, tras un gran centro de Pena, rozó el gol en una pérdida de Fran Gámez y solo Toni Moya respondió con un disparo que Cantero despejó con apuros. Ahí se acabó el Zaragoza, lánguido y muy lejos en la intensidad con respecto a un rival mucho mejor situado y sobre todo más metido en el pleito para ganar en los duelos individuales casi siempre. O siempre.

Así, el partido se acabó por decantar en una transición rápida y sin oposición en el medio de Señé que encontró a un brillante Carlos Vicente para que su centro medido lo rematara a placer Álvaro Giménez entre los dos centrales. Escribá movió el banquillo con Manu Vallejo por Bakis, pero con la lentitud del juego zaragocista era imposible. Maikel Mesa para jugar en el doble pivote y Mollejo en banda fueron los recursos de Escribá, pero el Zaragoza era ya un cadáver y el recién salido Manu Justo provocó una buena parada de Cristian tras una pérdida de Bermejo. Iker Losada tuvo la última y Enrich y Luna tampoco cambiaron nada con sus salidas en un Zaragoza gris y demasiado espeso, impropio del liderato en la categoría que mantiene.