Opinión | APUNTES AL MARGEN

A votar

Hoy los españoles votamos en las elecciones europeas junto a otros muchos países. Algunos votaron ayer y otros el viernes. Esta noche cuando se conozcan los resultados empezarán los análisis, y como siempre, nos centraremos en lo nacional. Esta noche sabremos si es el PP el que por el canto de un duro vence al PSOE, o si es al revés (no va a haber victoria aplastante). Veremos también el duelo a la izquierda y sabremos si Sumar gana a Podemos por un escaño o lo dobla. Asimismo, veremos cómo aguanta la extrema derecha la aparición de un competidor con el multicondenado Alvise que, al estilo Ruiz-Mateos, le va a arañar votos y escaños a Vox. En los campos periféricos, veremos, por un lado, la competición Esquerra-Junts en Cataluña, donde me atrevo a aventurar que los de Junts van a salir mal parados. Y por el otro, si el PNV se queda fuera del Parlamento Europeo.

Sin embargo, lo importante va a estar a nivel europeo, en particular en el flanco de la derecha. La extrema derecha europea se divide en dos grupos en el Parlamento Europeo. Por un lado, la extrema derecha atlantista y ultraliberal en lo económico, y por el otro la extrema derecha más prorrusa y estatalista. Para entendernos, los primeros son más de Milei y los segundos de Le Pen. Además, están los de Alternativa para Alemania, a los que han echado del segundo grupo por decir que los de las SS no fueron tan malos. Va a ser importante cuál de los dos grupos tiene más fuerza. Y, sobre todo, si finalmente se constituyen en un solo grupo que sería el segundo más importante del parlamento, o si siguen escindidos en dos. En medio de todo esto aparece la señora Meloni, primera ministra de Italia y líder del partido heredero del fascismo italiano, pero reconvertida en otanista que traga con la UE. A Meloni se la están rifando Le Pen por un lado, y Von der Leyen por el otro. La francesa le propone el gran grupo de la extrema derecha en el Parlamento Europeo, y la alemana le ofrece integrarse en la dirección de Europa, saltándose cualquier cordón sanitario, y probablemente ofreciéndole algún puesto en la Comisión Europea. En esto va a estar el meollo de estas elecciones. Si el PPE de Von der Leyen decide imitar a Feijóo y pactar con la extrema derecha asumiendo parte de su programa, o si por el contrario entiende la necesidad de frenar a la extrema derecha y mantiene el pacto con socialdemócratas y liberales, vigente desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Ojalá Von der Leyen recuerde lo que pasó en su país cuando los conservadores pactaron con los antepasados de Meloni.

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