Gobierno de ultraderecha

Milei amenaza con vetar una ley que mejora las pensiones: "Me importa tres carajos"

El Gobierno se encuentra con un problema que no contemplaba en sus hipótesis de conflicto: una ley que le desagrada y fue votada por dos tercios de la Cámara, lo que facilita la tarea del Senado a la hora de convertirla en ley

Javier Milei, presidente de Argentina, en la presentación de su libro en la editorial Planeta.

Javier Milei, presidente de Argentina, en la presentación de su libro en la editorial Planeta. / / JOSÉ LUIS ROCA

Abel Gilbert

Javier Milei decidió ir una vez más a la guerra contra el Congreso argentino justo cuando más lo necesita para aprobar sus leyes fundamentales. El presidente reaccionó con virulencia frente al impensable desenlace en la Cámara de Diputados, donde la oposición unió votos para promover una mejora de las pensiones. "A diferencia de otros, que con ajustes de medio punto terminaron volando por los aires, nosotros hicimos un ajuste de siete puntos, estamos acá parados y vamos a seguir dando la pelea. Y cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, les voy a vetar todo. Me importa tres carajos".

El equilibrio en las cuentas se basa, según distintos economistas, en haber postergado las mejoras a los pensionistas. Los legisladores del peronismo, en sus distintas acepciones, así como la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica, juntaron fuerzas frente a la impotencia de la ultraderecha y aprobaron un proyecto de ley que permite actualizar el dinero que reciben las personas mayores a los 65 años o que tienen una jubilación especial. "Defenderé la caja a veto puro si es necesario".

Milei llegó a calificar de "ratas" a los legisladores que en casi medio año de gestión no le aprobaron una sola normativa. Después les tendió la mano a la espera de que emitan la luz verde para su ley Bases, con la que aspira a adquirir facultades especiales para desguazar el Estado y reformar la economía argentina de raíz. La iniciativa se demora, lo mismo que la aprobación del decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). En el medio, ha surgido lo impensable. "A puro déficit empobrecieron al país, por lo que de ningún modo voy a permitir que esto se repita", reaccionó con desagrado el anarco-capitalista. "No entregaré el déficit cero (de las cuentas públicas)".

El Gobierno se encuentra con un problema que no contemplaba en sus hipótesis de conflicto: una ley que le desagrada y fue votada por dos tercios de la Cámara, lo que facilita la tarea del Senado a la hora de convertirla en ley. El coste fiscal del proyecto equivale al 0,43% del PIB argentino, pero Milei lo consideró un sacrilegio en un país donde la pensión mínima es de 225 dólares y el horizonte de informalidad del mercado laboral plantea un serio problema a los pensionistas futuros.

Contexto difícil

La derrota parlamentaria llega en medio de señales sociales ominosas y la crisis de entrega de alimentos a los sectores sociales más desfavorecidos que arrastra a la superministra Sandra Pettovello, en medio de denuncias de corrupción. "Estamos viendo una enorme tarea de la ministra Pettovello, quien ha sido tan torpedeada en los últimos días. Acabamos de hacer tremendo ajuste y solamente tenemos reclamos del plano social de los gerentes de la pobreza. Nos hemos cansado de escuchar que había que terminar con el curro (negocio) de los intermediarios, que había que salir del asistencialismo. Lo estamos haciendo. ¿O pensaban que era gratis?", señaló en el marco de un foro empresarial.

Ante un auditorio que suele ser complaciente con sus arengas, Milei intentó retomar la ofensiva en condiciones menos propicias que meses atrás. "Sabíamos que el programa iba a generar tensión social. Llevar la cantidad de ministerios a la mitad no fue gratis... Despedimos gente y vamos a terminar echando a 75.000 personas; llevamos 25.000... Eliminamos las transferencias discrecionales, la obra pública, eliminamos contratos", dijo sobre la reducción del empleo estatal.

La votación en Diputados vuelve a colocar al Congreso en el centro de la escena política argentina. El Gobierno mueve cielo y tierra para lograr que los senadores avalen la ley Bases. Ha hecho concesiones que pueden ser mayores cuando la iniciativa retorne a la otra cámara. La posibilidad de que Milei cumpla medio año de Gobierno sin ninguna normativa propia flota en el ambiente como amenaza latente. La impaciencia comienza a hacerse sentir en los mercados, donde el precio del dólar funciona como anticipador de posibles problemas. El ministro de Economía y ejecutor del ajuste, Luis Caputo, pidió tranquilidad a los empresarios. "Nosotros no los vamos a desilusionar. Y si el país empieza a crecer, vamos a bajar impuestos. Estamos cerquísima de eso y por eso creo que se intensificó el nivel de agresión contra el Gobierno en este último tiempo".

Más allá del optimismo del ministro, el anarco-capitalista ha tenido una de sus peores semanas desde que asumió la presidencia, el pasado 10 de diciembre. A pesar de las adversidades, se considera optimista. "Yo puedo llegar a estar cuatro u ocho años, si todo sale muy bien. Después voy a tener que salir a laburar (trabajar)".