Responsable de la huerta y viveros de Valentia

Marian Caborbaya: "El centro de interpretación se basa en la diversidad dentro de la biodiversidad"

Valentia es la organización de apoyo a la discapacidad intelectual y del desarrollo mayoritaria en la provincia de Huesca

Esta entidad del movimiento asociativo de Plena inclusión inaugura hoy nuevas instalaciones en la capital oscense

Marian Caborbaya es la responsable de la huerta y viveros de Valentia

Marian Caborbaya es la responsable de la huerta y viveros de Valentia / SERVICIO ESPECIAL

Mario Gracia

¿Qué inaugura este miércoles Valentia?

Estrenamos el Centro de Interpretación de Nuestra Huerta. Lo hemos llamado así, no porque la huerta sea nuestra, de Valentia exclusivamente, sino porque queremos que todo el mundo se sienta implicado con este proyecto y lo vea como suyo. Uno de los objetivos prioritarios de esta fundación, desde hace 60 años, es dar visibilidad a la discapacidad, y en ello seguimos, porque todavía no se ha conseguido la inclusión que nos gustaría.

¿Cómo puede contribuir el nuevo centro?

Decidimos apoyarnos en la huerta que tenemos en Valentia desde hace diez años, haciendo un centro de interpretación para dar visibilidad a la discapacidad, y a la vez poner en valor el oficio de hortelano, siempre desde la sostenibilidad. Es un oficio en declive, pues se han perdido muchas huertas en Huesca. En la provincia cada vez se consume más producto de lejanía, en vez de proximidad, y queríamos que la gente entienda la importancia de nuestra huerta, cómo se trabaja en ella y cómo depende del clima.

¿Cómo beneficia el trabajo hortelano a las personas con discapacidad intelectual?

El trabajo, en general, les beneficia en todos los aspectos, como a cualquier persona, porque formas parte de un equipo, te sientes útil, tu opinión cuenta, vas acumulando experiencia, tienes horarios, derechos y obligaciones y, por supuesto, un salario. Eso hace que sientan que forman parte de la sociedad. Pero, además, las labores de huerta se adaptan a todas las capacidades. Tenemos desde operarios que manejan el tractor a otros a los que, debido a su discapacidad, disfrutan realizando tareas repetitivas, que a otros nos resultarían cansadas.

El centro de interpretación está junto a Brotalia. ¿Comparten algo más que espacio físico?

Las sinergias son totales. Estamos unidos porque pertenecemos al mismo centro especial de empleo, que da trabajo a muchas personas con discapacidad en diversas líneas: servicios de jardinería y de limpieza, el ‘garden’ Brotalia, que es una tienda donde vendemos plantas de vivero, y las huertas, con las que, después de diez años, hemos dado un paso más allá, creando el centro de interpretación. Lo bueno de estar juntos es que todo el mundo en Huesca conoce Brotalia. Desde ahí, informaremos a la gente sobre el nuevo proyecto, y le animaremos a visitarlo.

¿Qué encontrará el visitante?

El centro de interpretación consta de dos áreas visitables. Una exterior, la huerta escaparate, y otra interior, el aula de interpretación. Para la primera seleccioné lo que considero que son los elementos más importantes de un huerto y los distribuí como para una exposición. Tiene su zona hortícola, la de árboles frutales, algo de viña, un vivero, para explicar a los niños que puedes adelantar las cosechas, un pequeño gallinero para autoconsumo y una barbacoa. Porque, ¿qué es un huerto sin barbacoa, donde pasar buenos ratos y aprovechar la leña de poda? Tenemos también una noria con molino de agua, para que los niños entiendan que de las necesidades humanas surgen las ideas que dan lugar a los inventos para cubrirlas, y también la necesidad de hacer un uso sostenible de los recursos, como el agua.

¿Qué ofrece el aula de interpretación?

Está llena de juegos para que los niños aprendan de forma divertida. Pero las visitas no solo están pensadas para ellos. Nos encantaría que vinieran señores mayores y expliquen cómo trabajaban su huerta, o grupos de adultos, por ejemplo, en las jornadas de convivencia que organizan algunas empresas. Damos un montón de información sobre cinco puntos: la historia de la huerta, los agentes ambientales que afectan a los cultivos, lo que fue y lo que es la huerta de Huesca, qué hacemos en la huerta de Valentia y, por último, la biodiversidad frente a la diversidad, que es nuestra piedra angular. 

¿Eso qué significa?

La biodiversidad en la naturaleza es algo a proteger. Pero, si le quitamos el prefijo bio, que significa vida, nos quedamos con la palabra diversidad, que es lo que distingue a unas personas de otras. En Valentia entendemos que la discapacidad forma parte de esa diversidad humana, y que es algo muy enriquecedor. Nuestro centro de interpretación es un proyecto basado en la diversidad dentro de la biodiversidad.

¿Qué hace único en España este centro de interpretación?

No sé si es único, eso comentan mis compañeras, pero al menos es distinto a la mayoría, ya que es universalmente accesible, pero no solo físicamente. Todos los elementos del centro están señalizados en lectura fácil, lo que hace que sean cognitivamente accesibles. En un oficio como el mío es muy habitual utilizar tecnicismos y palabras complicadas, pero decidimos ser coherentes con todo el trabajo que hacemos en Valentia. Las responsables de accesibilidad de la entidad bajaron todos esos contenidos a la tierra, y las personas con discapacidad intelectual los validaron para asegurarnos de que eran comprensibles para todo el mundo. Los carteles tienen además códigos QR para quien quiera ampliar la explicación. En realidad, toda la organización ha estado implicada en este proyecto, desde el taller de costura hasta las brigadas, pasando por el equipo de limpieza o el del taller de oficios. Es un proyecto 100% Valentia.