Macroeconomía

España retrocede cuatro puestos en el ránking de competitividad de IMD ante la dificultad de incorporar talento a las empresas

El país se sitúa en la posición 40 debido a la peor puntuación en dos de los cuatro factores analizados: eficiencia del sector público y eficiencia empresarial

Hay que remontarse hasta el año 2013 para encontrar una posición inferior de España en esta clasificación

Trabajadores en las oficinas de Kyndryl en Sant Cugat del Vallès.

Trabajadores en las oficinas de Kyndryl en Sant Cugat del Vallès. / KYNDRYL

España retrocede cuatro puestos en la 36.ª edición del índice de competitividad que elabora anualmente la escuela de negocios suiza Institute for Management Development (IMD). El país se sitúa en el puesto 40 de una clasificación que analiza 67 naciones. El retroceso en este ránking se debe a la peor puntuación obtenida en dos de los cuatro grandes factores analizados: la eficiencia del sector público y la eficiencia empresarial. En concreto, en este último apartado, la competitividad española retrocede un punto motivada por una caída de cinco puntos en "productividad y eficiencia" y en "mercado laboral", que mide la facilidad de las empresas para acceder a los profesionales con la cualificación requerida, así como el coste de la mano de obra.

En toda la historia del ranking, la posición 40 de España en este 2024 es la segunda peor que ha obtenido el país, en niveles similares a los registrados en el año 2013, cuando España ocupó la posición 45. Desde entonces se había mantenido en los puestos 39 y 34 con ligeras oscilaciones año a año. Tanto en 2022 como en 2023, el país se situó en la posición 36.

Los autores del informe concluyen que entre los principales desafíos para la economía española se concentran en la necesidad de reducir la presión fiscal, generar un marco normativo estable para las empresas, invertir eficientemente los fondos europeos fortaleciendo el sistema, invertir eficientemente los fondos europeos para que la economía española sea más resiliente, impulsar la digitalización de las empresas (especialmente las pymes), así como aumentar la inversión en I+D (tanto en el sector público como en el privado) para reforzar la coordinación entre los distintos agentes y promover la transferencia de conocimientos.

Sin embargo, España despunta en otros apartados del ranking. Los otros dos factores que conforman el ranking, infraestructuras y desempeño económico, arrojan mejores resultados, manteniendo la posición en el primero – infraestructuras – y mejorando la posición en el segundo – desempeño económico - ámbito en el que se ascienden cinco puestos gracias principalmente a los mejores resultados en los indicadores de "comercio internacional" y "precios", estando este último vinculado a la inflación y los costes de vida en el país. 

Los líderes de la clasificación: las pequeñas economías que prosperan

Singapur, Suiza y Dinamarca se han alzado con las tres primeras posiciones del ranking de competitividad mundial de IMD de este 2024. Singapur se consolida como la economía más competitiva y recupera el puesto que ya obtuvo en 2020. Suiza ha progresado gracias a la mejora de sus resultados económicos y su eficiencia empresarial, así como a su liderazgo continuado en eficiencia gubernamental e infraestructuras. En el caso de Dinamarca ha descendido al tercer puesto debido a una caída de sus resultados económicos. "Creemos que las economías más competitivas del futuro serán aquellas capaces de anticiparse y adaptarse a este contexto global cambiante, al tiempo que crean valor y bienestar para sus ciudadanos, lo que también las hará sostenibles", señala Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial del IMD

Bris apunta a que los principales desafíos se encuentran en materias como la competitividad, la transición a una economía circular y con bajas emisiones de carbono, la creciente integración de los mercados emergentes en la economía mundial y el ritmo de la transformación digital. Entre los países que completan los diez primeros puestos del ranking se encuentran Irlanda (4º), Hong Kong (5º) y Suecia, que asciende dos puestos hasta situarse en la 6ª posición, por delante de los Emiratos (7º), Taiwán (8º), seguidos de Holanda y Noruega cerrando el Top10.

Las economías emergentes mejoran

La clasificación también muestra como las economías emergentes están alcanzando a las avanzadas, especialmente en ámbitos como la innovación, la digitalización y la diversificación. Países como China, Indica, Brasil, Indonesia y Turquía han experimentado un rápido crecimiento y desarrollo en las últimas décadas y se han transformado en actores esenciales en el comercio, la inversión, la innovación o la geopolítica. Por su parte, Malasia, Tailandia y Chile también están estables o mejorando.

Estos países ofrecen nuevas oportunidades y mercados para las empresas y los consumidores, pero también plantean nuevos riesgos e incertidumbres. Según el estudio, los gobiernos y las empresas de todo el mundo deben adaptarse a los distintos entornos culturales, institucionales y normativos de estos mercados para tener éxito en ellos, respetando al mismo tiempo las normas mundiales de calidad y sostenibilidad.

Ghana, Nigeria y Puerto Rico se suman al ranking de esta 36.ª edición. La inclusión de los países africanos contribuye activamente a sus esfuerzos de desarrollo económico, tal y como sostienen los autores del estudio, que explican cómo la clasificación ayuda a atraer inversiones, informar las decisiones políticas y fomentar un espíritu competitivo entre las naciones. 

Metodología

La elaboración del ranking de competitividad de IMD tiene como base la realización de encuestas a directivos, así como el análisis de 164 datos estadísticos. La encuesta para la presente edición se realizó entre marzo y mayo de 2024 entre 6.612 directivos de las 67 economías. Las tres tendencias que los encuestados consideran que tendrán un mayor impacto en las compañías en 2024 son: la adopción de la IA (55,1%), el riesgo de desaceleración económica mundial (52%) y los conflictos geopolíticos (36,1%).