Ciclismo

¿Suicidas o funambulistas?

Casi todos ellos protagonizaron hace dos meses y medio una caída terrorífica en el País Vasco. En el descenso del Galibier se mostraron desafectos al miedo, al riesgo y a toda humanidad

Pogacar, feliz tras cruzar la meta como ganador de la etapa.

Pogacar, feliz tras cruzar la meta como ganador de la etapa. / EFE / STEPHANE MAHE

Casi todos ellos protagonizaron hace dos meses y medio una caída terrorífica en el País Vasco, un accidente profesional, por su gravedad capaz de marcar la vida y la profesión. Sin embargo, en el descenso del Galibier, se mostraron desafectos al miedo, al riesgo y a toda humanidad. Todos ellos bajaron al límite, lamiendo la hierba que se acomoda a unos centímetros del precipicio. Ese mismo precipicio que acabó en 1935 con la vida del español Cepeda, primera víctima mortal del Tour. Nada ni nadie les frenó. ¿Son suicidas o funambulistas? Y al frente de esa tropa de osados el candidato Pogacar, que en el primer acto de su cita con Vingegaard le enseñó el dorsal.

Fue el primer gran duelo de la temporada. Pogacar está hoy en el trono pero esto acaba de empezar, y aunque ya quedó definido el top diez de esta edición, falta mucha carretera para conformar el podio. El Tour rueda inmerso en una época marcada por la dualidad, como en su tiempo la marcaron Anquetil y Poulidor o bien Coppi y Bartali. Eso es fantástico porque nos presenta una carrera abierta, emocionante y de alta competitividad. Solamente un pero que podría ser decisivo: Vingegard se quedó sin equipo mientras su rival mantuvo a cinco peones hasta las proximidades de la cima del Galibier. Fue un gran día de ciclismo.