LIBROS

Crítica de Miguel Ángel Ordovás de 'El sueño de Tahití': El explorador cultural de las islas de los Mares del Sur

Alejandro J. Ratia sigue el camino recorrido por algunos de los viajeros a Tahití

Una imagen de la portada de 'El sueño de Tahití'.

Una imagen de la portada de 'El sueño de Tahití'.

Miguel Ángel Ordovás

De los viajeros que iban hasta Tahití dice Alejandro Ratia: “Era común, y nada sorprendente, que buscasen las señales y la memoria de visitantes previos, haciendo del viaje una expedición de arqueología literaria o personal”. Y estas líneas explican bien el espíritu de su libro 'El sueño de Tahití', publicado por Fórcola. En sus páginas, Alejandro J. Ratia sigue el camino recorrido por algunos de esos viajeros que por una circunstancia u otra se vieron atraídos en un momento de sus vidas por la llamada de esa isla remota y paradisiaca.

Pero para su recorrido el autor no recurre a los nombres más evidentes de viajeros occidentales asociados con Tahití, como Gauguin o Stevenson, aunque los dos se asoman más de una vez por las páginas del libro. Los que ha escogido como compañeros de viaje, no obstante, resultan igualmente interesantes: el actor Sterling Hayden y sus anhelos de libertad y de ser un gran pescador; el novelista Zane Grey, que también cambió los horizontes del Oeste por salir de pesca; escritores que eran también exploradores no necesariamente de parajes, como Victor Segalen o Rupert Brooke; cineastas como Murnau, que captó junto a Matisse la luz tahitiana; o mujeres como Elsa Triolet, cuya primera novela, escrita en su ruso natal, se tituló precisamente 'En Tahití'.

Numerosos caminos con erudición rica y relajada

Pero el libro no se limita a seguir los pasos de estos viajeros en su andadura polinesia, sino que se expande por numerosos caminos que al autor recorre con una erudición tan rica como relajada, demorándose en detalles y tomando desvíos con el placer de quien pasea no solo por la geografía de una isla sino por la historia y la cultura. Alejandro Ratia, además, sabe imprimir una fina ironía a su prosa elegante, así como un cierto velo de nostalgia ante los escenarios tahitianos que a veces el recuerdo guarda como si se hubieran soñado. “La literatura de los visitantes de Tahití desemboca con facilidad en la elegía”, comenta el autor. Estas páginas pueden entenderse como una elegía, pero también como un elogio.

'EL SUEÑO DE TAHITÍ'

Alejando J. Ratia

Fórcola

464 páginas

Suscríbete para seguir leyendo