SUCESOS EN ARAGÓN

Condenado el clan que quiso dar "un susto" a su anterior patriarca en La Muela

Una abuela, sus nietos y el sicario al que la septuagenaria contrató para agredir a la actual pareja de su ex suman penas de once años de cárcel

Un sicario justifica su agresión como "un escarmiento" al patriarca de un clan en La Muela

La Fiscalía reitera la premeditación del ataque contra el patriarca de un clan en La Muela

Dolores Hernández Jiménez, en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza antes de declarar en el juicio.

Dolores Hernández Jiménez, en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza antes de declarar en el juicio. / JAIME GALINDO

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza considera que no ha quedado acreditado que Dolores Hermoso Jiménez (España, 1952) quisiera acabar con la vida de la actual pareja de su exmarido, sino darle «un susto» al encargar a un sicario –David Pallás Macaya (España, 1978)– que le golpeara con la pata de madera de una mesa. Así se desprende del fallo que condena a la septuagenaria a dos años y tres meses de cárcel como autora de un delito de lesiones con instrumento peligroso y no de un delito de homicidio en grado de tentativa, tal y como sostenían el ministerio fiscal y la acusación particular a cargo de la abogada Olga Oseira.

Es la misma pena que recae sobre el mercenario y difiere de la que pesa sobre los nietos de la inductora del ataque –Ricardo Fernández Hernández (España, 1988) y Epifanio Javier Jiménez Hernández (España, 1988)–, condenados a dos años y cuatro meses de cárcel y tres años y seis meses de prisión, respectivamente. Todos ellos deberán indemnizar de forma conjunta a la víctima con el pago de 8.300 euros por las heridas, que «no supusieron un riesgo vital» como resultado final de un plan que desconocía la pareja de Epifanio, defendida por Marina Ons y absuelta de todos los cargos que pesaban sobre ella.

Los abogados defensores de la abuela y sus nietos, los letrados José Cabrejas y Soraya Laborda, solicitaron la absolución de sus representados, aunque alternativamente plantearon una sentencia condenatoria por un delito de lesiones. A ello aludió el mercenario –defendido por Juan José Serra– durante su toma de declaración al reiterar que él solo quiso dar «un escarmiento» al exmarido de Dolores, a quien golpeó con la pata de madera de una mesa la tarde del 20 de agosto de 2020 en la localidad zaragozana de La Muela.

Con él contactó Dolores –«se me explicó la situación que había y yo decidí cómo había que hacer las cosas», declaró el sicario–, quien también ha sido condenada por un delito de amenazas a otros ocho meses de cárcel por los audios de WhatsApp que envió a su exmarido. «Ya la engancharé yo a la sidosa, te busco la ruina más grande del mundo. No con la Policía, voy a vengarme de otra manera para que no lo cuentes ni tú ni ella», le dijo.

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