SUCESOS EN ARAGÓN

Homicidios revela la "virulencia" del ataque de Keita contra Alie: "Estaba desangrado"

Los investigadores hablan de "una pérdida masiva de sangre" que le hizo morir en el acto

Acreditan la alevosía al asesinarle en "una ratonera" e imposibilitar la "defensa" del finado

Juicio por asesinato en Zaragoza: Keita se declara inocente y defiende que a Alie lo asesinó su "mejor amigo"

Bobo Keita, este martes, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Bobo Keita, este martes, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón pormenorizó ayer los últimos minutos de vida de Alie en el descansillo del número 29 de la calle Don Pedro de Luna. La instructora y el secretario del atestado policial destacaron la «virulencia» del acometimiento de Bobo Keita (Gambia, 1980) contra la víctima, a quien acorraló en «una ratonera» dada «la oscuridad» y «las dimensiones tan reducidas» de las escaleras del inmueble. Mientras que la instructora incidió en el «poder lesivo» del cuchillo (K-25) que el acusado había adquirido días antes en una armería de la localidad barcelonesa de Calella –«se puede asir de tal forma que con una leve fuerza puede causar una grave lesión», detalló–, el secretario habló de «una pérdida masiva de sangre» a tenor de los depósitos que encontraron durante la inspección ocular. «Llegó un momento que estaba desangrado», resumió.

No existía ninguna duda para los agentes de que el ataque de Keita pilló por sorpresa a Alie, de modo que acreditaron la alevosía como agravante del delito de asesinato por el que se juzga al procesado. Primero, porque la víctima bajaba por las escaleras para entregarle 40 euros a un amigo (Fofana) hasta el punto de que murió con los dos billetes doblados en la mano; segundo, por la escasa luz de ese recoveco donde Keita le dio muerte y, tercero, por ocultar el arma bajo la chilaba que vestía hasta que decidió desenfundarla para asesinarle. «Fue imposible la defensa. Subió las escaleras para refugiarse en su domicilio, pero las lesiones eran mortales y cayó al descansillo», señalaron.

Estos dos agentes también desmontaron la coartada que el acusado defendió el lunes durante su toma de declaración al apuntar que fue el mejor amigo de Alie, Fofana, quien acabó con su vida. A tenor del informe de los teléfonos móviles intervenidos a Keita y de las antenas a las que quedaban conectados los terminales, los investigadores rastrearon sus movimientos a lo largo del día del crimen. Ubicaron su salida hacia Zaragoza a las 18.25 horas –«el recorrido coincide con el de la AP-2», precisaron–, le situaron en Fuentes de Ebro a las 22.25 horas y, a las 23.25 horas, ya entró «en la zona de cobertura del domicilio donde se cometió el asesinato». Unos minutos antes, realizó dos llamadas perdidas a Fofana para terminar adentrándose en el portal y abordarle. «No puedo decir cuántos segundos fueron, pero el acometimiento tuvo que ser muy rápido», manifestó la instructora.

Ambos agentes también explicaron al tribunal del jurado, presidido por la magistrada María Soledad Alejandre, la tipología de los depósitos de sangre que encontraron en la escena del crimen. Por un lado, las manchas por proyección –«es una fuerza centrífuga que denota velocidad y virulencia», describieron– y, por otro lado, las manchas por escurrimiento. «Son heridas en las zonas de arteria, que llevan mucha velocidad y cantidad de sangre, por lo que las gotas escurren hasta el suelo», concretaron.

La vista continúaeste miércoles con la declaración de los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) y el jueves será el turno de la lectura de los informes y las conclusiones por el ministerio fiscal, las acusaciones particulares y la defensa.

Una infografía para facilitar la explicación de la Policía

Los miembros del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que comparecieron ayer en el juicio contaron por primera vez con el apoyo de una infografía en 3D que recreó la escena del crimen. La auxiliar de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza siguió las instrucciones de los agentes para completar un recorrido virtual que mostraba con un ángulo de 360 grados cada uno de los rincones del número 29 de la calle Don Pedro de Luna. Primero mostró el patio del edificio, luego el descansillo donde Keita le dio muerte a Alie y, finalmente, las escaleras que subió la víctima hacia su domicilio hasta que cayó derrumbada por las lesiones. En cada de una de las estancias, la infografía ofrecía un desplegable con varias fotografías que se tomaron la noche del crimen y que mostraban depósitos de sangre en el suelo y en la pared. Incluso en el descansillo se llegó a incluir la fotografía tomada al cuerpo sin vida de Ali.

El trabajo, elaborado por el equipo central de Policía Científica ubicado en Madrid, también incluía la recreación de los movimientos de la víctima y el acusado. El objetivo de esta herramienta es facilitar a los miembros del jurado la comprensión de los pormenores del crimen más allá de las propias manifestaciones de los agentes, pese a que estos siempre tratan de explicarse de la forma más didáctica posible. Ayer, ninguno de los miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia tuvo ninguna duda del descansillo, el patio y las escaleras a los que se referían los agentes.