Educación

Dos aragoneses a las puertas de las oposiciones: "Confío en el trabajo que he hecho"

Aitor Gutiérrez y Álvaro Arribas son dos de los miles de aragoneses que se presentan a las oposiciones educativas. Los dos jóvenes explican que, en su primera vez, la satisfacción del esfuerzo invertido supera los nervios que van aumento a medida que se acercan sus respectivos exámenes 

Aitor Gutiérrez y Álvaro Arribas son dos de los miles de aragoneses que se presentan a las oposiciones educativas.

Aitor Gutiérrez y Álvaro Arribas son dos de los miles de aragoneses que se presentan a las oposiciones educativas. / Servicio especial

Arturo Pola

Arturo Pola

Demostrar en pocas horas el esfuerzo de dos años. A esa complicada tarea se enfrentan los miles de aragoneses que se van a presentar a las oposiciones educativas. Unas pruebas para las que muchos cuentan ya con experiencia, pero algunos encaran el examen con la incertidumbre de la primera vez, con todo lo que eso conlleva. Siendo además futuros profesores, la gran mayoría reconoce que, desde que empezaron sus estudios universitarios, en el horizonte contemplaban esta convocatoria como su salida predilecta para el futuro.

Aitor Gutiérrez, de 25 años, es un zaragozano que se presenta a las oposiciones de Inglés. En su caso, han sido 16 meses de sacrificio para intentar llegar lo mejor preparado. «He estado trabajando en una academia y he tenido que estudiar en mis ratos libres. Al principio me permitía descansar el sábado y el domingo, pero conforme se acercaba la fecha...», confiesa el estudiante, que asegura sentirse «preparado y dispuesto» para enfrentarse al examen.

El aragonés reconoce que desde hace mucho tiempo, su carrera le «encaminaba» hacia unas oposiciones, aunque afirma que hay un aspecto que todavía le ha condicionado más a la hora de tomar la decisión de presentarse. «Yo siempre he ido a una escuela pública y es lo que quiero. No trabajar en la pública sería traicionarme a mí mismo y a todos los profesores que me han enseñado durante tantos años», asegura Gutiérrez. «Ahora quiero ser yo ese maestro que acompañe en el futuro a los alumnos», añade.

Para ello, en su primera oposición, ha calculado que necesitará «mínimo un 9,5» para conseguir una plaza fija, algo «muy complicado, pero la esperanza ahí está», reconoce. Con el objetivo de aspirar al máximo, el zaragozano explica que lo que necesita para convencer al tribunal es «vender bien tu tema y que sea atractivo tanto en la parte oral como escrita», reflexiona el opositor, que asegura que de los 25 temas que hay en el temario se ha estudiado 24: «He decidido no jugármela. Salen dos bolas, así que voy con las máximas garantías, aunque algunos me los sé mejor que otros, claro está».

Experiencia y puntos

También a sus primeras oposiciones, a sus 24 años, se enfrenta Álvaro Arribas, que se presenta a la prueba de Música. «Llevo dos años completamente centrado en esto», afirma de manera tajante el aragonés, que explica que ha ido haciendo también en este tiempo cursos formativos y de idiomas para conseguir sumar todos los puntos posibles. «Además he estado trabajando en un colegio privado, aunque un contrato de muy pocas horas», añade.

En su especialidad, este año han salido menos plazas, «aunque creo que también nos presentamos menos», puntualiza. Aun así, Arribas confiesa que sabe lo difícil que es sacarse la oposición a la primera, aunque considera que eso, a la hora de encarar el examen, puede ser un punto a favor. «Saber esa complicación, al menos a mí, me quita un poco de presión y de nervios», reconoce. No obstante, asegura que está muy tranquilo por cómo afronta la prueba. «Confío mucho en el trabajo que he hecho, todo el que estaba en mi mano. Si no sale bien a la primera, habré ganado conocimientos y experiencia para la segunda y espero quedarme lo mejor colocado posible para tener opción de trabajar entrando en listas», valora.

Eso sí, Arribas confiesa las ganas de que termine el proceso. «El cansancio acumulado se nota y cada vez cuesta más que la cabeza funcione. Llevo ya mucho detrás», analiza el opositor. «Espero que vaya bien, pero lo que seguro hago es desconectar. Necesito recuperar tiempo para estar con la familia, los amigos...y también lo necesito para mí mismo», termina.

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