La resaca electoral

Y podría haber sido peor: Sumar en las elecciones europeas en Aragón

El descalabro de la coalición se amortigua en comunidades como la aragonesa, donde sus socios tienen presencia territorial

Con Asturias, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid, fueron las únicas en saltar el 5% de los votos

La excoordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz, durante su mitin electoral para el 9-J en Zaragoza.

La excoordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz, durante su mitin electoral para el 9-J en Zaragoza. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

El batacazo de Sumar en las europeas apunta a cambiar, por enésima vez, el paradigma de la izquierda a la izquierda del PSOE. Lo hará, sobre todo, a nivel nacional, mientras que, a nivel autonómico, la coalición liderada hasta hace nada por Yolanda Díaz, primera cabeza en rodar tras el descalabro, ha salvado los muebles, muy relativamente, en aquellas comunidades en las que cuenta con una estructura territorial asentada. Tanto es así que solo ha habido cinco comunidades en las que Sumar ha superado la barrera del 5%: Aragón, Comunidad Valenciana, Madrid, Asturias y Andalucía. Es más, estos cinco territorios son los únicos en los que la marca ha superado el 4,65% obtenido a nivel nacional.

En el caso aragonés, el sustento que han aportado formaciones como Chunta Aragonesista, que tiene en Madrid a Jorge Pueyo como diputado, e Izquierda Unida, que también tiene una base fiel de votantes, ha provocado que la caída sea algo menos acusada. Con todo, es evidente que muchos de esos votantes no han acudido a las urnas, seguramente desmovilizados por todo lo que ha rodeado a Sumar en los últimos tiempos. Cabe destacar que, pese a nacer y ser concebida como una coalición, Yolanda Díaz apostó por constituirse como partido político propio, algo que muchos de sus socios no entendieron.

La mejor muestra la dio CHA, que se desligó por completo de la constitución de este nuevo partido ya que entendían, y siguen entendiendo a día de hoy, que un espacio como el que representa Sumar tiene todo el sentido en unas generales o en unas europeas, pero que carece de esencia alguna si su objetivo es absorber a las organizaciones que lo forman. De hecho, desde el partido aragonesista siguen insistiendo en que su postura no varía y que están abiertos a sociedades electorales que representen una alternativa al PSOE.

En Madrid, la salida de Yolanda Díaz de la coordinación del grupo parlamentario no cambia, por el momento, la hoja de ruta, aunque el equilibrio de poderes podría virar desde este jueves, cuando se elegirá al nuevo coordinador. Un proceso en el que formaciones como la propia CHA, Más Madrid, Compromís o IU tienen mucho que decir, ya que han sido las que han aguantado, aunque con dificultades, el chaparrón.

El territorio como base

Regresando a la idea inicial, Asturias y, sobre todo, Andalucía tras la elección de Antonio Maillo, son dos comunidades en las que Izquierda Unida tiene una importante presencia. En la Comunidad Valenciana, Compromís ha contribuido con su marca a que Sumar no se hundiese por debajo de ese 5%, y lo mismo con Madrid y Más País. Sin embargo, hay otras dos comunidades en las que se refleja todo lo contrario: Baleares, donde Ara Mès ha concurrido esta vez con Ahora Repúblicas, obteniendo un 5,17% por el 4,35% de Sumar; y Cataluña, donde los Comuns se han estrellado, siendo superados por Podemos, pese a que mandan a Jaume Asens a Bruselas.

Sea como fuere, es en los territorios donde Sumar ha fallado, con Aragón como ejemplo paradigmático de que el desacalabro pudo haber sido (aún) peor. Porque la división no suma, resta. Y para muestra, un botón: en Aragón, Sumar, junto a Podemos, obtuvo un 12,29% en las generales de 2023; en estas, entre ambos, por separado, apenas alcanzan el 8,1%. Vienen jornadas de reflexión.