Mano tendida y calma tensa entre Sanidad y los médicos de Atención Primaria

Los sindicatos médicos de Atención Primaria amenazaban esta semana con una huelga y horas más tarde, este jueves, recibían a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, en la inauguración del 35º congreso de los médicos de Atención Primaria, organizado por Fasamet. Pero quien esperara tensión en el recibimiento no lo encontró, todo fueron parabienes y sonrisas, aunque alguna más forzada que otra. Cada uno en su puesto, los médicos con sus reivindicaciones y la consejera con la mano tendida a sus peticiones, que calificó de «legítimas». De hecho, Repollés  insistió en que «tenemos que llegar a acuerdos que sean beneficiosos para la sanidad y la Atención Primaria que queremos». En su discurso insistió en esa «mano tendida» porque «conozco el colectivo porque procedo de él y sé que tenemos que poner remedio a la situación». Incluso dijo que «llegaremos al acuerdo para que el trabajo sea excelente como hasta la fecha».

Más serio se mostraba Leandro Catalán, presidente de Fasamet, que reconocía que aunque «las relaciones son cordiales» con la consejera a veces «se tensan».

Los sindicatos médicos de Aragón: "La huelga está en el horizonte"

Ambos son conscientes de los problemas y de la sobrecarga que han padecido los médicos y que se han hecho más visibles por la pandemia. Los profesionales le entregaron a la consejería 25 propuestas que hacen referencia a cuestiones generales y también parciales como los centros de salud rurales, urbanos y el 061. «Ese es nuestro guion», con el que acudirán a la reunión programada la semana que viene (16 de noviembre). Antes, incluso se reunirá el comité de crisis recién creado para que sean ellos los que «establezcan qué medidas de presión se pueden llevar adelante y no descartamos la huelga», insistió, antes de reconocer que no es un problema solo de la comunidad, ya que Madrid y Cantabria y lo están y Navarra lo hará próximamente.

«Somos conscientes de las herramientas que tenemos» pero los pacientes también deben comprender que «se les visitará, aunque igual no tiene que ser tan rápido».

Piden un cambio de modelo organizativo, del mapa sanitario porque «los recursos hay que llevarlos donde sea necesario», de la atención continuada porque «no hay profesionales». Por lo que señaló que cualquier exceso a la hora de ampliar el horario «hay que ofertarlo de forma voluntaria y retribuirlo», dijo Catalán.

Repollés también hizo hincapié en esas medidas organizativas pero reconoció en que «si se realizan tienen que implicar un incremento retributivo»; por eso, reiteró que el principal problema al que se enfrenta la Sanidad aragonesa es «la falta de profesionales».

En eso están de acuerdo los dos, en ese déficit de especialistas y en que hay que paliar esa falta de profesionales. En eso y en que «entre todos tenemos que llegar a un entendimiento».

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