Quinto partido seguido sin ganar en casa sobre un césped infame

La Romareda sigue siendo un campo abierto. El Real Zaragoza acumuló su quinto partido consecutivo sin ganar en casa, donde no alza los brazos desde el 3 de septiembre, cuando derrotó (2-0) al Eldense. Desde entonces, dos empates (1-1 frente al Racing y 0-0 contra el Oviedo) y tres derrotas (0-1 contra el Mirandés, 0-2 ante el Alcorcón y 2-3 frente al Eibar) para sumar solo dos puntos de los 15 últimos que se han puesto en disputa en el estadio municipal.

Al menos, el Zaragoza volvió a dejar la portería a cero en casa, algo que no sucedía desde aquel encuentro ante el Eldense. Y eso que Rebollo estuvo a punto de encajar su primer tanto en La Romareda tras cometer un error grave que Seoane y Borja Bastón no lograron convertir en diana.

La mala racha de los de Escribá se prolonga. Siete puntos de los 27 últimos suponen una raquítica cosecha que sitúa al Zaragoza con puntuación de descenso en esta última fase de la temporada. En la tabla, el equipo aragonés es noveno, a dos puntos de los puestos de playoff de ascenso y a cinco del ascenso directo.

La Romareda no gana para disgustos. Además, el estado del césped es lamentable. Múltiples agujeros, como consecuencia de una hierba que se levantaba constantemente, entorpecieron en numerosas ocasiones la elaboración de jugadas y estuvieron cerca de provocar alguna lesión. De hecho, Valera se lastimó el tobillo en la primera parte tras tropezar en un campo infame.