"Topos" del Reino Unido

China acusa a un matrimonio de espiar para los servicios de inteligencia del Reino Unido

El Ministerio describe en sus redes sociales la metodología. Él se apuntó diez años atrás a un inocuo programa de intercambio de estudios con Inglaterra y el MI6, interesado en su perfil, aceptó el ingreso

Archivo - El presidente chino, Xi Jinping.

Archivo - El presidente chino, Xi Jinping. / -/Kermlin/Dpa - Archivo

Adrián Foncillas

"Un caso mayor de espionaje", "dos topos británicos plantados en nuestras filas"... Esos asuntos que merecían la discreción china disfrutan ahora del altavoz, más si está Londres de por medio. Pekín ha apuntado por segunda vez en un año al MI6, los servicios de inteligencia británicos, en el último episodio de acusaciones recíprocas.

El último caso lo ha revelado el Ministerio de Seguridad Estatal, empeñado en alertar de las amenazas extranjeras y en convencer al pueblo de que agudice el oído y la vista contra ellas. Se trata de un matrimonio chino que durante años habría compartido secretos de estado con el Reino Unido. Sólo ha trascendido su apellido, Wang, y que sus cargos les facilitaban información muy valiosa.

El ministerio describe en sus redes sociales la metodología. Él se apuntó 10 años atrás a un inocuo programa de intercambio de estudios con Inglaterra y el MI6, interesado en su perfil, aceitó el ingreso. Funcionarios británicos iniciaron los contactos en el campus, le invitaron a fiestas y banquetes y le propusieron un trabajo de investigador sobre programas públicos chinos con unos pagos ajenos al mercado. Sólo años después, apuntalada ya la confianza, se descubrieron como el MI6 y le exigieron informaciones más sensibles. "Le perdió su fuerte deseo de dinero", razona un largo artículo que no es casual. Pretende alertar de las redes que tienden los gobiernos extranjeros en general y, más en concreto, recordar que si alguien ofrece una millonada por informaciones que encuentras en Google, probablemente habrá intereses espurios y un destino trágico. No ha trascendido si el matrimonio ya ha sido juzgado pero China no tiene más misericordia que otros países con sus traidores.

Acusación contra el Reino Unido

El señalamiento del MI6 atenta contra la vieja casuística. En estos casos aludía China a "ciertos países" o "una agencia de espionaje extranjera". La rompió en enero cuando acusó al Reino Unido de reclutar a un local apellidado Huang y desarrollar "una relación de cooperación para el espionaje" que incluía entrenamiento y la entrega de equipo. Ha concluido China que en esta vorágine de acusaciones recíprocas sobran ya las sutilezas. Londres acusó en marzo a dos británicos de violar el Acta de Secretos Oficiales al suministrar información a un "país extranjero". Bastó esa mención gaseosa para que China hablara de"“maliciosas calumnias". Uno de los acusados, Christopher Cash, era un investigador parlamentario del Partido Conservador.

El listado de casos no es breve. Unas semanas antes había acusado el Reino Unido a tres nacionales de espiar para los servicios de Hong Kong, la excolonia británica. Poco después murió uno de ellos, Matthew Tricket, en confusas circunstancias. También Alemania ha detenido a supuestos espías chinos en las últimas semanas.

La reciente hemeroteca aflora el febril espionaje en todas direcciones. Occidente afea las intromisiones chinas en sus asuntos internos mientras Pekín alerta a su población de las ubicuas amenazas. Su Ministerio de Seguridad Estatal ha abandonado su hermetismo con una intensa actividad en las redes sociales. Previene a sus empresarios de las chicas guapas en sus viajes a Occidente, aconseja desconfiar de los extranjeros interesados por los drones en China y anima a denunciar cualquier comportamiento sospechoso. La agencia oficial Xinhua reveló en abril que el Ministerio había premiado a 86 particulares por “mantener la seguridad estatal” con sus chivatazos.