CAMINO A LAS URNAS

Botellas de agua, la solución al ‘incendio’ de votar a 37 grados

El Gobierno central repartirá 8.000 litros solo en Zaragoza a los miembros de las mesas

La fricción aumenta con los ayuntamientos pero solo algunos compran ventiladores

Todo listo en el hall del Ayuntamiento de Zaragoza para el día de las elecciones.

Todo listo en el hall del Ayuntamiento de Zaragoza para el día de las elecciones. / ANDREEA VORNICU

Judit Macarro

Judit Macarro

Los colegios electorales están ya calientes para recibir los votos de los ciudadanos, sobre todo con el calor de estos días veraniegos que el domingo 23 llegará a los 37 °C. Algo que sin duda sufrirán los presidentes de mesa, vocales y auxiliares zaragozanos que tienen que permanecer durante todo el día en estas salas sin ventilación, a temperaturas muy altas y con el consuelo de dos botellas de agua por persona.

En algunos colegios, como en el hall del Ayuntamiento de Zaragoza, cuentan con la fortuna de tener aire acondicionado (o con salas a las que no le da el sol directamente). Aunque en otros, por desgracia, los que se sienten en las mesas lo harán en unas aulas que cuentan con grandes ventanales con el sol de cara durante todo el día.

Es el caso del Corona de Aragón, donde la mejor opción ante el sofocón parece ser «bajar las persianas, porque si no aquí se van a morir», asegura una conserje del colegio. Sin más ventiladores que el que tienen en recepción para aguantar, que «ya me dirás tú de que sirve uno para todas las salas», el personal de las mesas disfrutará de unas refrescantes botellas de agua para aguantar en las saunas electorales (un litro y medio por la mañana y otro por la tarde). Sin nadie más que la trabajadora en el aula y las persianas bajadas, ya hay una temperatura de más de 30 grados.

Un problema que desde el Ayuntamiento de Zaragoza aseguran que no es de su competencia. Así lo explicaba ayer en el hall de la casa consistorial la jefa de organización y servicios del ayuntamiento, Carmen Corral, quien aseguraba que la Oficina de Organización y Servicios Generales «se encarga de facilitar, tal como establece la normativa electoral, los recursos materiales y humanos de que dispone el Ayuntamiento para el desarrollo de los comicios».

Balones fuera que van a parar a la delegación de gobierno, quienes por su parte aseguraron que «la legislación electoral atribuye a los Ayuntamientos la competencia para acondicionar los locales electorales». Añadían, también con la legislación bajo el brazo, que «el Gobierno, tanto a través del Ministerio del Interior como mediante las delegaciones y subdelegaciones, está a lo que determinen las juntas electorales en este sentido y apoyará y colaborará con los ayuntamientos en cuantas medidas se implementen».

Una colaboración que por parte de la delegación será, concretamente, la disposición de 1.320 botellas de litro y medio de agua que desde el Ayuntamiento de Zaragoza se encargarán de repartir en los 20 colegios electorales situados en espacio municipal.

Sin embargo, frente a los parches que se ponen en la capital aragonesa, desde el Ayuntamiento de Huesca se pusieron las pilas en busca de una mejor solución y, por ello, en los colegios de la ciudad sí contarán con 68 ventiladores, uno por mesa, para hacer frente al calor. En Teruel, algunos de los centros han sido reubicados a otros en los que las condiciones climatológicas son mejores.

La capital aragonesa recibirá directamente las botellas de agua por su tamaño, para facilitar la logística. El resto de los municipios aragoneses podrán comprar agua y sistemas de ventilación, en cantidades acordes a su tamaño, y remitir la factura al Gobierno central, que sufragará el gasto.

Aún así, Corral señala que la organización de los colegios electorales «ha sido un verdadero reto». En verano los centros escolares cierran sus puertas para que pequeños y adultos disfruten de sus vacaciones, algo que «supone una complicación para la recogida y el montaje de las cabinas y mobiliario», explicó Corral y aseguró que ha sido lo más difícil de todo el proceso para el ayuntamiento. Además, mencionó que tampoco ha sido fácil poder «encontrar a los 260 ayudantes que tienen que estar pendientes de los miembros de la mesa durante toda la jornada» .

Una ardua tarea que han hecho a cuentagotas. Por eso, en la preparación frente al calor y la elección de los lugares convenientes para las jornadas electorales, «en cuanto se convocaron las elecciones llamamos a los colegios electorales para preguntarles en qué sala se deberían realizar las votaciones en esta ocasión», señala la jefa de organización y servicios.

Aunque la idea de cambiar la ubicación de todos aquellos colegios que «solo tienen una sala disponible y no pueden elegir» no era bien recibida, ya sea por evitar la confusión de los votantes al cambiar su sitio habitual, o por el hecho de llevar el tiempo a contrarreloj. Por lo que, frente a las posibles incomodidades que pueda haber en algunos centros, Corral insiste en que «la misión del ayuntamiento es proponer al INE los colegios que consideramos oportunos y tampoco es nuestra competencia entrar a las capacidades materiales».

Pese a las cuestiones sin resolver, en cuanto a quién es o no el responsable de las condiciones en las que están los colegios, Corral señala que «la organización ha sido buena y conseguiremos llegar perfectamente al día de las elecciones». Porque, para estar seguros de que no falte ninguna pieza en el puzzle, sí se han asegurado de duplicar el número de reservas (15 en esta ocasión), aunque bien se vale que no tienen que acudir todos al colegio, porque agua... no hay para todos.