CONTRACORRIENTE

Cristina Pedroche: "Cómo no voy a apoyar a los sanitarios si tenemos a los mejores del mundo"

La popular presentadora de televisión acaba de publicar su primer libro, ‘Gracias al miedo’ (Planeta), en el que traza un retrato de la parte más oscura de la maternidad a través de su complicado postparto. El miércoles lo presentó en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza

Cristina Pedroche, con su libro, el pasado miércoles en Zaragoza.

Cristina Pedroche, con su libro, el pasado miércoles en Zaragoza. / Jaime Galindo

Admite que ve a muchas mujeres felices cuando tienen un niño, sin embargo usted lo ha pasado mal. ¿Se ha planteado qué ha podido influir en ello? ¿Quizá su forma de ser, la presión mediática por ser quién es?

Un poco una mezcla de todo. Soy una persona que vivo las cosas con mucha intensidad, en mi hay pocos grises, y se han juntado los miedos de cualquier madre primeriza con mi posición mediática y ser quien soy, pues no todas las personas mediáticas sufren tantos ataques de odio como yo. Y ha sido una mezcla horrible. La publicación en una revista de la noticia de mi embarazo, que ni siquiera pude anunciar yo, fue la primera pala para cavar el hoyo en el que estuve, y aún estoy, metida.

¿Está mejor?

Estoy mejor, sí, pero no del todo recuperada, y menos ahora que de nuevo vuelvo a estar en una exposición mediática por la promoción del libro.

¿Y cuáles son esos miedos que tanto le han atenazado y le están haciendo tan complicado a nivel psicológico el postparto?

Mis miedos eran a todo. Primero al parto. Es un miedo que se nos mete a las mujeres de forma injusta, pues todas sabemos parir y nuestros hijos nacer, es la naturaleza. Luego a todos lo demás, que podrían definirse como el miedo a no ser una buena madre.

Pero por lo que cuenta en el libro, usted vivió el parto con valentía, sin complejos, rechazando incluso la epidural.

Nos meten miedo porque solo cuentan cuando un parto ha ido mal, pero la mayoría van bien. Yo me apoyé en las matronas y sabía cuáles eran mis recursos; había leído mucho y sabía incluso en qué fase del proceso estaba mi hija. Había estudiado todas las situaciones que podían darse y lo que me pudiera pasar y tenía distintos planes para las distintas situaciones. Y sí, el parto fue una gran experiencia, me veía tan unida a a mi hija, apreciaba que la estaba acompañando a nacer y me sentí superpoderosa. De hecho he dicho alguna vez que volvería a parir todos los meses.

Parece que hay miedo a que te vean que eres débil

¿Y ya va superando esos miedos?

Poco a poco, aunque sé que algunos me va a acompañar siempre. Antes de la maternidad ya tenía miedos a otras cosas, con la maternidad tuve más miedos y a la vez, y siempre he dicho que podía controlar esos miedos pero no puedo superar tantos a la vez. Hay decisiones que no puedes tomar poco a poco y me vi sobrepasada. Sé qué superaré estos miedos y otros vendrán, porque ser madre es para toda la vida.

¿Contar su experiencia en un libro le sirvió de terapia? ¿Qué le llevó a escribirlo?

Creo que hay que contarlo todo, cuando va bien y cuando va mal. A mí me hubiese gustado leer un libro como este antes de estar embarazada. Y ojalá otras personas no vivan lo que yo, pero que si les pasa se sientan acompañadas y no solas y locas como me he sentido yo. Veía a madres felices y yo sin embargo estaba todo el día llorando. Pero también había amigas que me contaban que a ellas también les pasaba y les decía: por qué no lo contáis. Parece que hay miedo a que te vean que eres débil y esas situaciones no se cuentan y te sientes incomprendida. El libro me ayudó a ordenar mis sentimientos, comenzó como un diario que me servía de terapia, pero había demasiadas notas y acabó siendo un libro en el que no trato de dar consejos sino contar mi experiencia, que puede servir a mujeres que pasen por la misma situación y vean que no están solas, que pueden escuchar a otras madres. Mi historia es una historia para acompañar y que les resuenen mis palabras, que si digo que a mí la meditación y el yoga me han ayudado, que quieras probarlo, a ver si a tí te ayuda también.

Los miedos le han llegado a paralizar, pero también han tenido una parte positiva pues titula el libro ‘Gracias al miedo’. ¿Qué le han dado esos miedos?

Me han ayudado a darme cuenta de que soy valiente. Primero me paralizaron, pero luego me zarandearon y me hicieron salir de mi zona de confort. Ese parón que me da el miedo lo cojo para ver qué necesito para enfrentarme a ellos y así superarlos.

En el libro habla muy bien de las matronas, de la psicóloga y el psiquiatra que la trataron, del mundo sanitario en general. Sin embargo unas declaraciones suyas diciendo que estaba haciendo un castin de pediatras o que no todos ellos estaban bien formados han provocado grandes críticas entre la clase médica hacia usted. ¿Cómo ve la polémica? 

Más que declaraciones yo diría tergiversaciones. La gente solo lee los titulares y no escucha la entrevista completa. Cómo no voy a apoyar la sanidad si tenemos a los mejores del mundo. Son gente entregada cuya profesión es vocacional. Que digan que me meto con los sanitarios me duele en el alma, yo lo que quería era criticar al sistema, que no los trata bien, que los somete a una excesiva presión. Y en cuanto a lo del castin, me gusta preguntar todo, soy una pesada y si tengo una duda sobre la lactancia quiero acudir a un asesor en lactancia y hay pediatras que no lo son, ni te derivan a uno de ellos. Por eso he cambiado de pediatras, no para que me digan lo que quiero escuchar, sino que quiero una persona actualizada y con evidencia científica que me ayude y aclare mis dudas. Me he interesado y preguntado tanto por la maternidad que he llegado a decir que era medio matrona, pero eso hay que tomarlo como una exageración, una manera de hablar; cómo voy a considerarme una matrona, si no tengo esa formación y precisamente creo que es una profesión a la que hay que darle lo que se merece, yo la reivindico y quería darles voz, que se les trate mejor, pero luego las hostias son para mí. Y lo que no puedo hacer es explicar a cada persona lo que he querido decir. Lo que he querido es ayudar, también con el libro. Y si pienso que he ayudado y alguien me lo dice, que es agradable, muy bien; si no, bueno, al menos que no me desayude a mí.