Los libros aragoneses de Domingo Buesa: Antonio Fernández Molina ante Gómez de la Serna

A veces es interesante dirigir la atención hacia empresas aragonesas, que nacen aquí, pero que son capaces de entender que un rasgo de nuestra cultura es estar abiertos al mundo que nos rodea. Son esas ventanas en las que trasmitimos fuera nuestras apuestas y traemos las de los demás. A mí siempre me ha parecido que debe agradecerse este interesante trabajo, del cual es un ejemplo la editorial Libros del Innombrable que, desde el corazón del barrio de Las Fuentes zaragozanas, nos ha permitido disfrutar de una 'Aproximación a la obra de Francisco Ferrer Lerín' (Fabrellas, 2023), de la siempre sugerente obra de Cirlot con sus 'Pájaros tristes y otros poemas a Pilar Bayona' (2018) o con esa 'Poesía reunida' (2012) del zaragozano José Uríz, que partiendo del bachillerato en los escolapios acabó creando la necesaria y útil Casa del Traductor en Tarazona.

Son todas ellas apuestas editoriales notables, a las que sumaría quizás la reedición de esa obra de teatro de Fernando Arrabal 'El cementerio de automóviles' (2001) y, de manera muy especial la 'Colección Thot' que es de un enorme interés para los estudiosos de la cultura humana. Allí está 'El libro de los alfabetos' (2014) de Arjona y los varios trabajos de Federico González Frías con su 'Diccionario de símbolos y temas misteriosos' (2013), 'Las utopías renacentistas' y 'El simbolismo de la rueda' (2016) o 'El simbolismo de la Historia' (2018) de Francisco Ariza. 

Recuperar la figura de un hombre clave

Además de esto, esta editorial, dirigida por el poeta y humanista zaragozano Raúl Herrero, tiene interés en recuperar la figura de un hombre clave en la cultura zaragozana del último cuarto del siglo XX. Me refiero al admirado Antonio Fernández Molina, con la entrañable presencia de su mujer Josefa Echevarría. Antonio es un pintor que ha dejado una obra muy notable, construida con una gran personalidad, planteada como una reflexión sobre el color y la relatividad de las imágenes. Pero, sin olvidar que es un escritor que ha legado un largo elenco de publicaciones, que están consideradas como una gran aportación al mundo literario del siglo XX, mundo que él conoció bien desde los centros en los que se fueron creando los nuevos movimientos culturales.

Por eso, cobra interés su última obra publicada, un trabajo póstumo que reúne todas sus reflexiones particulares y sugerentes sobre 'Ramón Gómez de la Serna', que éste es el título del libro que hoy comentamos. Toda la suma de estudios se abre con una introducción sobre esta figura nacional, escritor y periodista de las vanguardias, inventor del género literario conocido como greguería. El estudio previo está escrito por Raúl Herrero y el libro se cierra con un apéndice de cuatro artículos de Andrés Rubio que custodiaba el archivo de Fernández Molina sobre el madrileño Gómez de la Serna. Todo ello sin dejar de mencionar la muy bien resuelta portada de Juan Luis Borra, con ese collage que construye el marco del libro y nos anuncia sus aportaciones.

Muchos años de trabajo

Y en el corpus del libro nos encontramos con los muchos años de trabajo que dedicó Fernández Molina a estudiar y a escribir sobre esta figura, adscrita a la Generación de 1914. Todos los textos estaban en las carpetas del archivo que el escritor surrealista fue llenando sobre don Ramón. Herrero lo ha recuperado y ordenado en un índice de cosas apuntadas y analizadas por Antonio Fernández Molina y en las que habla de las conferencias del autor madrileño, de sus libros, de sus obras de arte, del mundo literario de quien está considerado como una de las personalidades más atrayentes y sugerentes que ha producido nuestra literatura.

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En realidad, Fernández Molina nos habla de Ramón y la mirada, del prolífico Ramón, de Ramón en el rastro madrileño, del Ramón dibujante, de su cercanía a Bécquer o a Apollinaire, de su vivencia de la muerte, para concluir reflexionando sobre sus limitaciones, sobre sus dudas que lo hacen más humano y más útil para los humanos. El escritor puro se ha ido descubriendo, de la mano de Fernández Molina, a lo largo de estas reflexiones, artículos y análisis. La verdad es que es un acierto reunir en un libro a Gómez de la Serna y a Fernández Molina, aunque sólo sea para agradecerles su trabajo y que no se cumpla la predicción de don Ramón: “Quedará de mi un gallo muerto que nadie irá a poner en arroz”.

'RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA'

Antonio Fernández Molina

Libros del Innombrable

118 páginas

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