LA PLANIFICACIÓN DEPORTIVA

El Casademont Zaragoza quiere firmar al menos cuatro años a Joaquín Rodríguez

El Casademont Zaragoza apuesta fuerte por el escolta uruguayo que ha brillado en la LEB Oro con el Betis y el cuerpo técnico decidirá su futuro inmediato

Joaquín Rodríguez se abraza con el ex del Casademont Pablo Almazán tras un partido del Betis.

Joaquín Rodríguez se abraza con el ex del Casademont Pablo Almazán tras un partido del Betis. / X JOAQUÍN RODRÍGUEZ

El Casademont Zaragoza sigue moviéndose pensando tanto en el presente como en el futuro. De la misma manera que hace unos meses firmó un contrato de cuatro años a Yoanki Mencía o, en otras circunstancias, tres temporadas a Dídac Cuevas, ahora vuelve a echar sus redes en la LEB Oro para hacerse con los servicios de uno de los jugadores que más ha brillado en los últimos cinco meses de competición, Joaquín Rodríguez, y hacerlo también con un acuerdo a largo plazo.

El escolta uruguayo ha deslumbrado en el Betis, que se ha quedado fuera de la final por el ascenso, y el club aragonés está a punto de firmar con él un contrato de larga duración. Mínimo serán cuatro temporadas, hasta 2028. A partir de ahí, se incorporará a la disciplina del equipo aragonés y será el cuerpo técnico del primer equipo comandado por Porfirio Fisac quien decida el futuro más inmediato del jugador, como sucedió con Mencía.

En caso de que Fisac quiera contar con él, su encaje en la plantilla no presentará ninguna dificultad en cuanto a las licencias porque ocupa plaza de español, aunque no es jugador de formación local ya que apenas lleva unos meses en España. Si tuviera que salir cedido, no parece que vaya a tener problemas para encontrar un sitio en la ACB, ya que al menos cinco clubs más se han interesado por sus servicios en las últimas semanas.

Se trata de un jugador con mucho descaro ofensivo, un extenso rango de tiro, gran desparpajo en su juego y que ha dejado actuaciones estelares en los últimos meses como los 34 puntos que le hizo al Gipuzkoa con 7/8 en tiros de tres a finales de abril o los 28 que le endosó al Estudiantes en el primer duelo de la serie por el ascenso. Es un escolta que, en momentos puntuales, puede jugar de base.

Llegó a Sevilla a finales del pasado mercado veraniego firmando un contrato de tres temporadas pero con opciones de corte al término de las dos primeras, por lo que su salida no solo no será un problema sino que es algo asumido ya en el club verdiblanco. Rodríguez se perdió las primeras jornadas de Liga por contar solo con pasaporte uruguayo, pero obtuvo rápidamente la nacionalidad española, lo que supone una ventaja añadida a su incorporación para cualquier club de la Liga Endesa.

Natural de un país eminentemente futbolero, Rodríguez nació en una ciudad que cuenta con trece clubs de baloncesto, Mercedes, y en una familia en la que su padre, Nazar Rodríguez, fue profesional de este deporte, su abuelo era un gran aficionado y su madre trabajaba en un club de basket. Tras destacar en las categorías inferiores, en 2019 puso rumbo a Argentina, donde jugó en el Estudiantes Concordia y el Obras Basket antes de dar el gran salto de su carrera para iniciar su andadura en el baloncesto europeo. Tras solo unos meses en la LEB Oro, la ACB ya llama a su puerta y el Casademont Zaragoza va a apostar por él para una larga temporada.