La crónica del Lublin-Casademont: un rodillo en Polonia (42-64)

Sin límites ni miedo a nada, el Casademont Zaragoza volvió a dar una exhibición. Esta vez en Polonia, en la pista de un Lublin impotente ante la masterclass de Mariona Ortiz (18 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias, 36 de valoración) y la superioridad de Leo Fiebich (20 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias), para lograr la quinta victoria en la Euroliga (42-64) y afianzarse en el tercer puesto del grupo. Un balance extraordinario para cerrar la primera vuelta de la máxima competición europea.

El conjunto local, liderado por una superlativa Gustavsson (18 puntos y 10 rebotes) no resistió ni la muralla defensiva aragonesa ni la paciencia que tuvo el Casademont en ataque para saber esperar su momento, no desesperarse y romper el partido en la recta final para acabar con toda la tranquilidad. Y todo ello sin Diallo, a quien Cantero dio finalmente descanso por sus problemas físicos.

Con la defensa como seña de identidad y con Mariona de directora de orquesta, el Casademont Zaragoza comenzó secando a su rival en Lublin y mandando 0-7 en los primeros cinco minutos con cinco puntos y otros tantos rebotes de la base catalana. Al conjunto local le costó siete minutos lograr sus primeros puntos, pero el Casademont no aprovechó el momento para romper el marcador. Tuvo una máxima ventaja de doce puntos (7-19) en el minuto 14 tras haber dominado el primer cuarto (6-14) y mantuvo su ventaja confirmando además el paso al frente que han dado en las últimas semanas Hermosa y Gervasini. Incluso debutó Pivec con sus primeros puntos, pero el conjunto aragonés se marchó al descanso con la sensación de no haber sacado más provecho de su buen momento y su buena defensa (20-26).

El Lublin se acercó un poco más (22-26) pero el Casademont volvió a asestar un nuevo golpe para volver a los diez de ventaja (22-32) en poco más de tres minutos. Lo hizo además con la segunda unidad porque Carlos Cantero repartió esfuerzos y minutos entre su plantilla. No se puso nervioso el conjunto aragonés y siguió trabajando con paciencia esperando su momento. Los triples de Leo permitieron ensanchar la ventaja hasta una nueva máxima, los quince puntos (27-42) a menos de tres minutos para el final del cuarto. Volvió a recortar el Lublin pero no lo suficiente como para inquietar a las aragonesas (31-24).

La muestra es que el equipo aragonés logró una nueva máxima al poco de comenzar el último parcial (33-49) con los primeros puntos de una Atkinson que empieza a acusar el esfuerzo de la temporada. Ahí sí se rompió el partido con un Lublin absolutamente impotente para frenar a un Casademont lanzado que se fue hasta los 27 puntos de diferencia (33-60) y que acabó llevándose con total solvencia y tranquilidad su quinta victoria en la Euroliga. Casi nada.