El Casademont Zaragoza, más cerca del peligro que nunca

El Casademont Zaragoza se ha acostumbrado a vivir en la zona baja de la clasificación en los últimos cuatro años. El balance de tres victorias y ocho derrotas en las once primeras jornadas que acumula en la actualidad es calcado al del curso pasado y al de hace tres, el 2020-21 y solo en la temporada 21-22 llevaba cuatro triunfos a estas alturas. Sin embargo, esta vez es algo peor que las anteriores porque es la primera ocasión en sus quince temporadas en la Liga Endesa que llega a la undécima jornada empatado con los puestos de descenso. Está fuera de ellos únicamente por el average.

El equipo de Porfirio Fisac solo ha podido ganar al Unicaja, el Joventut y el Bilbao, todos ellos en el Príncipe Felipe, y ha caído en todas sus visitas incluidas a algunos rivales directos como el Obradoiro, el Granada y, el pasado fin de semana, el Breogán. Así que ahora es decimoquinto con tres victorias, las mismas que el equipo lucense y el Covirán. Nunca había estado tan cerca del peligro a estas alturas. El curso pasado llevaba los mismos triunfos, tres, pero sacaba uno de ventaja al descenso y era decimocuarto. En la 2021-22 acumulaba cuatro victorias y era decimosegundo con un colchón de dos triunfos con el decimoséptimo. En la 20-21 era decimoquinto con un triunfo de diferencia, aunque también llevaba tres.

En sus quince campañas en la máxima categoría tan solo en cuatro ha llegado a la undécima jornada con un balance positivo. El mejor fue en la temporada 2019-20, también con Porfirio Fisac en el banquillo, completamente opuesto al actual: ocho victorias y solo tres derrotas. El equipo era tercero y veía los puestos de peligro a cinco triunfos. Fue la última temporada que el Casademont Zaragoza disputó la Copa del Rey.

En la campaña anterior también llegó a estas alturas con un balance positivo. En la primera temporada de Fisac en el banquillo el equipo acumulaba seis triunfos, era octavo y estaba a cuatro del peligro, pensando más en la Copa que en el descenso. La primera vez fue con Abós en el banquillo, en la 12-13, y un balance de 7-4. La segunda, con Joaquín Ruiz Lorente en la 14-15 (6-5).

El resto de temporadas el balance siempre ha sido negativo, siendo cuatro el número de victorias más repetido en las primeras once jornadas, algo que sucedió en las temporadas 2008-09, 2010-11, 2016-17, 2017-18 y 2021-22. En todos esos casos, el equipo tenía, al menos, una victoria de ventaja con los puestos de descenso.

Así que el Casademont está en una situación conocida pero algo más apurada de lo habitual y con un calendario muy complicado por delante. Ahora tiene dos partidos seguidos en el Príncipe Felipe pero muy complicados porque recibe a uno de los equipos más en forma de la temporada, el UCAM Murcia, y al Barcelona. Después visitará de forma consecutiva al colista, el Zunder Palencia, y al Lenovo Tenerife, para cerrar la primera vuelta con otros dos partidos seguidos en casa frente al Andorra y el Girona. El equipo de Fisac debe empezar a sumar victorias, y hacerlo contra pronóstico, para no caer definitivamente en la zona roja de la clasificación.