La crónica del Casademont Zaragoza-Joventut: Simanic brilla en la salvación (87-77)

Tres grandes noticias: el Casademont Zaragoza se llevó un buen triunfo frente al Joventut (87-77), certificó de manera matemática su permanencia un año más en la Liga Endesa y Borisa Simanic mostró todas sus virtudes con un partidazo extraordinario. El serbio fue el mejor de un equipo que supo sobreponerse a sus altibajos con sus 21 puntos (solo falló un lanzamiento), 7 rebotes y 27 de valoración en otros tantos minutos. Pero no solo por los números, sino por la sensación de estar en todas partes, de tener muy claro lo que tenía que hacer y ejecutarlo con precisión y gran plasticidad. Le ha costado, pero Borisa ya está aquí.

Con él y un sólido Yusta (otros 21 puntos), el Casademont Zaragoza dio buena cuenta de un Joventut que quiso hasta el final pero no pudo ante el mejor acierto de los aragoneses y su gran estrella, un pletórico Simanic que fue despedido a gritos de «¡MVP, MVP!» desde la grada. Una afición que volvió a disfrutar con su equipo, a pasárselo bien y a celebrar puesta en pie un gran triunfo y la confirmación matemática de la salvación, que no por esperada deja de ser una buena noticia y un alivio después de otro año complicado. 

El Casademont entró bien al partido, mejor que un Joventut cuyos primeros cinco lanzamientos fueron triples y todos errados. El equipo aragonés aprovechó los errores de su rival para arrancar con un 7-0 de parcial y coger confianza antes de que la Penya encontrara el equilibrio con la salida de Tomic y Feliz a pista. Pudo igualar el marcador el equipo verdinegro, pero entonces el Casademont ya estaba obligando a su rival a jugar al límite de la posesión y encontrando el acierto en ataque, a pesar del inicio fallón de Wright. El norteamericano fue mejorando cuando tuvo a Jovic al lado. El equipo aragonés empezó mandando por 7-0 pero el Joventut logró darle la vuelta (14-15) y mantener la igualdad en los primeros diez minutos (19-17).

Dos máximas pero no definitivas

Simanic tomó los mandos desde el principio, anotando desde lejos y desde más cerca sin fallar ninguno de sus lanzamientos, defendiendo, recuperando balones, taponando. El serbio fue el mejor de una primera parte en la que el Casademont pudo pegar un estirón en el marcador gracias a la defensa que el propio ala-pívot y Hlinason hicieron sobre Tomic. El islandés le tuvo bien marcado y Simanic le ayudó para que no encontrara el aro. Así, el Joventut se quedó sin anotación con unos porcentajes bajísimos y el Casademont lo aprovechó a lomos de Simanic y sus 12 puntos para irse al descanso con la máxima diferencia del partido (43-29) tras un parcial de 24-12 en el segundo cuarto.

Con Simanic en todo lo bueno del equipo y un inspirado Yusta comenzó la segunda parte, en la que el Casademont salvó el parcial de salida de 0-4 para ponerse 16 arriba, 51-35 en el marcador, la máxima hasta ese momento. Sin embargo, en el que estaba siendo su momento más álgido le llegó el bajón al equipo aragonés, que desperdició varios ataques seguidos por querer correr demasiado y el Joventut lo aprovechó para volver a engancharse al partido. Una mayor intensidad defensiva y unas buenas acciones de Tomic por dentro, generando y abriendo espacios por fuera, hicieron que el marcador se ajustara de nuevo (55-51). Un nuevo arreón final del Casademont le dio un poco de respiro para afrontar los últimos diez minutos (62-51).

Estos empezaron con los triples de Jessup y Mekowulu para poner otra nueva máxima (68-51) en el marcador. Pero exactamente igual que en la vez anterior, fue entonces cuando el Casademont acumuló más errores seguidos en ataque que permitieron al Joventut seguir con vida. Hasta que regresó Borisa Simanic a pista. Una chapa espectacular a Parra en una contra, un rebote ofensivo en las nubes para sacar una canasta y adicional, otra canasta casi imposible sobre la bocina... el repertorio del serbio fue deslumbrante y dio alas al Casademont en un partido de tirones en el que el Joventut se negaba a bajar los brazos. No tuvo nada que hacer ante Simanic, la nueva estrella.