Política sanitaria

María Soto, mir fidelizada: “Animo a los ‘resis’ que están terminando la formación a que salgan del cascarón”

La zaragozana está trabajando en el servicio de Urología del hospital Ernest Lluch de Calatayud tras cubrir una vacante por el concurso de traslados

Ha animado al Gobierno de Aragón a que las medidas se extiendan al resto de compañeros

De los 238 residentes que acaban ente mayo y septiembre, unos 90 se quedan a trabajar este verano en Aragón

Equipo directivo del Salud y del sector sanitario de Calatayud con María Soto (de verde), una de las mir fidelizada.

Equipo directivo del Salud y del sector sanitario de Calatayud con María Soto (de verde), una de las mir fidelizada. / GOBIERNO DE ARAGÓN

Eva García

Eva García

María Soto lleva tres semanas trabajando en el servicio de Urología del hospital Ernest Lluch de Calatayud. Llegó tras cubrir una vacante por el concurso de traslados y es una de las cuatro mir (de 42) que ya ha terminado su formación y se ha acogido al programa de fidelización.

En este tiempo “no ha habido peros”, asegura; por la acogida en el servicio y en el hospital, que ha calificado de “fantástico”. Ella realizó la residencia en Urología en el hospital Miguel Servet durante cinco años, un centro que “ofrece millones de oportunidades” pero una vez acabada la formación, tanto ella como muchos de sus compañeros mantienen el “el deseo de seguir formándote, curtirte y tener más oportunidades y eso lo ofrece un comarcal”.

El beneficio por la fidelización ha sido mutuo. Por un lado, para María porque “tengo contacto con otras especialidades” y también para el servicio porque “había una vacante y ahora está la plantilla completa”. Es por eso que anima “al resto de resis que están terminando la formación” a que se atrevan a “salir del cascarón a dar un vuelco y vean en el hospital comarcal una oportunidad para seguir formándose”, ha reiterado.

Además, ha querido hacer un guiño a sus compañeros y a animado al Gobierno a que “valore” el éxito de la medida de fidelización y que el resto de los profesionales que ejercen en Calatayud y puedan “acogerse” a los beneficios.

María Soto es una de las cuatro residentes de los 42 que han finalizado su formación en mayo  (corresponden a los de cinco años que la comenzaron en 2019) y que han decidido quedarse a trabajar en un centro de difícil cobertura. Además, lo han hecho un oncólogo en el hospital de Barbatro, otra de la misma especialidad en el hospital San Jorge de Huesca, aunque en este caso realizó el mir fuera de Aragón; y un médico internista que también estudió en otra comunidad y ha decidido fidelizarse y trabajar también en Calatayud. Ana Castillo, gerente del Salud, ha reconocido que “cuatro pueden parecer pocos pero cualitativamente mejora mucho la asistencia sanitaria”. Ambas han estado presentes en la rueda de prensa para dar a conocer el número de mir que han decidido trabajar en Aragón este verano; un acto en el que también han estado Rafael Lapeña, gerente del sector de Calatayud y Cristitna Guarga, directora del hospital Ernest Lluch.

Además, otros 12 especialistas han optado por quedarse a trabajar en Aragón, con modalidades diferentes a las contempladas en el decreto de fidelización bien porque se han quedado en Zaragoza, bien porque trabajan en un centro de difícil cobertura, pero con contratos de sustitución o reserva de plaza.

Según datos aportados por Castillo, en cuanto a los residentes que acaban su formación en septiembre (se refiere a los que comenzaron en septiembre de 2020 por la pandemia), que incluye a los Médicos de Familia, donde existe mayor déficit de profesionales, acaban alrededor de 120 sanitarios de especialidades y 76 de medicina de familia. Y de ellos alrededor de 80 “van a trabajar este verano en Aragón”, de forma siempre voluntaria, en centros de difícil cobertura (en el ámbito rural), con el mismo contrato que ya tienen más un incentivo económico que es de 27 euros por hora en el caso de los médicos, y de 17 en el caso de las enfermeras. Son 46 de Familia y 35 de otras especialidades como oftalmología, dermatología, microbiología, farmacología, Medicina Nuclear, obstetricia, entre otras, aunque también ha señalado que es una lista “viva” porque los profesionales se pueden apuntar en cualquier momento.

En total 238 finalizan su formación y unos 90 se fidelizan. La valoración, según Castillo, es “muy positiva” porque permitirá una “planificación del verano algo más desahogada” porque, tal y como ha insistido, “la falta de profesionales es un problema y será más acuciante próximamente; por lo que mostró la necesidad de que Sanidad “empiece a actuar”