INFRAESTRUCTURAS

La variante de Épila por la planta de BonÀrea entra en fase de estudio

Altoaragonesa de Ingeniería Civil se hace con el contrato para redactar el proyecto por 40.154 euros, que deberá entrega en 18 meses

Un camión atraviesa el municipio de Épila ante la ausencia de una variante.

Un camión atraviesa el municipio de Épila ante la ausencia de una variante. / Ángel de Castro

M. C. L.

La construcción de la variante de Épila, la solicitada vía alternativa al oeste del municipio que lleva en barbecho más de 15 años, ya está en fase de estudio ante la previsión de un incremento del tráfico pesado asociado a la operativa del complejo agroalimentario de BonÀrea. La consultora Altoaragonesa de Ingeniería Civil acaba de adjudicarse el contrato para redactar el proyecto por 40.154 euros, que deberá entregar en un plazo máximo de 18 meses, es decir, a comienzos de 2026.

La compañía deberá elaborar un estudio informativo que permita analizar y valorar las distintas alternativas de trazado para la variante de Épila entre las carreteras A-1305 y A-122, junto al polígono El Sabinar. Ambas vías cuentan con un tramo urbano que discurre por el interior del casco urbano de Épila, por lo que se prevé que el aumento del tráfico generado por la operativa del grupo agroalimentario catalán provoque ciertos problemas de seguridad vial en el municipio. Todo ello con el objetivo de tener la vía terminada en 2027, año en el que acaba la legislatura.

A falta de conocer el detalle, se estima que la variante tendrá unos siete kilómetros de recorrido y servirá para desviar el incremento previsto de tráfico, que en apenas dos años ya se ha incrementado cerca de un 20%. En su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), Épila ya tiene una línea trazada para la circunvalación, pero será la consultora la que dirima qué recorrido debe tomar la variante.

Según los datos de aforo de la Dirección General de Carreteras, la intensidad media diaria de vehículos en esta travesía ya roza los 4.000 en total, de los que 392 son camiones. El dato es sensiblemente superior al de 2019, cuando el tráfico pesado diario se cifraba en 333 camiones.

La variante es una de las mejoras en infraestructuras más solicitadas en la localidad de Valdejalón, una población que ahora ronda los 4.500 habitantes que sufrirá un incremento del tráfico por el interior del casco urbano en un eje –la A-122– que conecta la localidad con Figueruelas y la autovía A-68, por la que acceden muchos vehículos y camiones.

A eso hay que sumarle el desplazamiento de vehículos ligeros y autobuses de los propios trabajadores del complejo, que se cifran en más de 4.000 cuando BonÀrea haya ejecutado los 400 millones de euros de inversión que tiene prevista. Por el momento opera de forma parcial tras haber desembolsado el grupo catalán cerca de la mitad de lo previsto. En 2023 inyectarán 30 millones de euros.