UNA CITA MULTITUDINARIA

Los museos sonríen y visten sus mejores galas en la Noche en Blanco

Zaragoza celebra la décimo tercera edición de una cita en la que las salas expositivas se llenaron de actividades buscando atraer a nuevos públicos y demostrar que son centros de cultura vivos y a servicio de la sociedad

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Apenas eran las 19.30 horas y ya había unas 500 personas dentro de la Lonja viendo la exposición de Pilar Aymerich, dos largas filas para entrar en las Termas Romanas y participar en los talleres de origami en el mismo lugar, cientos de personas dentro del Foro Romano, decenas en el Patio del Paraninfo con música, muchedumbre en el IAACC Pablo Serrano (con su espectacular terraza en la azotea abierta) y cientos en la puerta del museo Pablo Gargallo viendo la batalla de baile que se había organizado entre las esculturas de los caballos que flanquean al museo. Es decir, media hora de Noche en Blanco (el inicio estaba fijado para las 19.00 horas) ya había servido para que, un año más, fuera un éxito de público.

Los museos han abierto esta noche sus puertas de par en par para recibir a miles de visitantes a deshoras (la mayoría cerrarán sus puertas en torno a la medianoche) y, para ello, han programado un sinfín de actividades con las que atraer a un público quizá diferente. 

Baile en el Pablo Gargallo

El Pablo Gargallo, desde luego, ha sido uno de los puntos de atracción más impactantes gracias a la programación incluida en el Festival Rompepuertas (un grupo de jóvenes que trabaja con los museos municipales). Si eran cientos las personas que no se querían perder ni uno de los pases de baile contemporáneos que alentaban la batalla organizada, dentro también había una buena fila para ser recibidos por las pitonisas Artemisa Lion y Strash Berry, que a mitad camino entre el show y la certeza les explicaban su futuro a los que así lo deseaban.

Dentro de la ruta romana, en el Teatro de Caesaraugusta una larga fila esperaba pacientemente a que hubiera sitio para entrar ya que la Feria de arte joven generó mucha expectación. Una propuesta muy distinta pero que también atrajo a multitud de visitantes (aforo completo) han sido las visitas guiadas en el Patio de la Infanta. Y es que la Fundación Ibercaja también ha apostado fuerte con la Noche en Blanco ya que el Museo Goya también registró una muy buena afluencia para ver sus muestras pero también para sus actividades programadas.

Unas termas multitudinarias

De regreso a la ruta romana, las termas han vivido probablemente uno de sus días con más afluencia no solo por visitar el espacio en sí para lo que se han preparado unas visitas especiales sino porque, además, los talleres de origami que allí se han impartido han llamado mucho la atención. De hecho, la fila llegaba hasta la plaza San Pedro Nolasco.

Caja Rural de Aragón en su fuerte apuesta por la cultura no solo ha organizado visitas al edificio (el antiguo Casino Mercantil ) sino que, además, ha recibido a Coppelia Danza y Lord Beyron así como a Bachué para ofrecer actividades especiales.

La Aljafería nocturna

Una fiesta a la que se ha apuntado , como no podía ser de otra manera, el Gobierno de Aragón (espectacular el concierto de Silvia Solans en la azotea del Pablo Serrano) y la Aljafería que se ha podido visitar en horario nocturno y, además, ha incluido en el programa el concierto de María José Llergó.

En definitiva, la Noche en Blanco ha vuelto a revelarse como un gran éxito de público lo que demuestra que la gente está ávida de cultura y de propuestas algo diferentes. A falta de una cifra oficial de asistentes (teniendo en cuenta lo difícil que es medir la participación en actividades así), se puede decir que Zaragoza se ha lanzado a la calle para darle un gran abrazo a la cultura.