el balance

2023, un año de crecimiento para el comercio zaragozano pero marcado por los gastos

La inflación frena en parte la línea de progreso aunque la pandemia parece ya olvidada

Una pareja, en una tienda de ropa de la capital aragonesa

Una pareja, en una tienda de ropa de la capital aragonesa / Jaime Galindo

Arturo Pola

Arturo Pola

En la línea de que lo ya ocurrió en 2022, el comercio zaragozano parece haber dejado atrás en 2023 los graves problemas que la pandemia ocasionó en el sector y que obligó a más de un establecimiento a bajar la persiana contra su voluntad. No obstante, el aumento de la inflación durante los últimos doce meses sigue siendo una losa a veces demasiado grande para los negocios, en especial para los más pequeños, que son los que más sufren la variación en los precios.

 «No ha sido un mal año. Cada caso particular es un mundo y es difícil hacer generalizaciones, pero la sensación que percibo es que estamos creciendo un poco año tras año», asegura Antonio Tornos, presidente de ECOS. Tras el paso del coronavirus por nuestras vidas, la palabra incertidumbre es unas de las más utilizadas en el comercio, ya que el sector tenía muchas dudas de cómo iba a reaccionar la población. «Echando un poco la vista hacia atrás creo que hemos aguantado bastante bien. Eso sí, hemos tenido que hacer esfuerzos sobrehumanos», subraya el dirigente.

Por ello, Tornos se muestra satisfecho de que ese trabajo esté dando sus frutos, aunque se lamenta de que no lo haga en la medida que cree que merecerían los comerciantes. Para el responsable de ECOS el año 2023 ha estado marcado definitivamente por el incremento de los gastos para los negocios. «Es que ha subido todo una barbaridad. Los recibos de luz, de gas, de teléfono...Si vendes un 15% más pero los gastos te suben un 30% las cuentas no salen. Haciendo números nuestro crecimiento no compensa, pero siempre es una alegría que acabe un año y comprobar que has vendido más», analiza Tornos.

Así pues, el deseo del comercio zaragozano para 2024 es salir de esa espiral y poder rentabilizar ese crecimiento con unos mayores beneficios. Aunque, por el momento, el presidente de ECOS no se muestra demasiado optimista en ese sentido. «No parece que los precios vayan a ir para abajo. Entre las guerras por el mundo, la crispación política...preveo un año parecido», comenta. Por ello, Tornos recurre a un refrán para mirar hacia el futuro. «Virgencita, virgencita, que me quede como estoy...con que 2024 termine como 2023 me conformaría», apunta.

Desde el comercio zaragozano, para que no vengan mal dadas, confían en encontrar la mano tendida de las instituciones públicas. «Los políticos saben de sobra lo importante que es el pequeño comercio para las ciudades. No pedimos no pagar impuestos, que es nuestro deber, pero sí que tengan algún gesto con nosotros», subraya. «Damos luz, seguridad y vida a Zaragoza. Nadie quiere más locales cerrados», acaba