A FONDO | Juan Luis de Miguel Director de Investigación de Centro Zaragoza

Más de 30 años investigando accidentes de tráfico

El Instituto de investigación sobre vehículos, más conocido como Centro Zaragoza, investiga las causas por las que se producen los accidentes de tráfico para ayudar a esclarecer las responsabilidades en los mismos; pero, además, contribuye a prevenir que se repitan esas causas, ayudando con ello a disminuir la cifra de muertos y heridos en nuestras carreteras y ciudades

Más de 30 años investigando accidentes de tráfico

Más de 30 años investigando accidentes de tráfico / Juan Luis Miguel director de investigación de CENTRO ZARAGOZA

Juan Luis de Miguel

Las nuevas formas de movilidad, la inclusión de nuevos sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) y la menor tolerancia que tiene la sociedad a admitir que se produzcan lesionados o fallecidos por accidentes de tráfico son los retos a los que nos enfrentamos y donde Centro Zaragoza está presente desde su ámbito de actuación.

En un momento en el que estamos acostumbrados a que las decisiones se tomen a partir del análisis de grandes cantidades de datos, la seguridad vial no podía ser una excepción. Una de las fuentes más fiables de la que se pueden obtener valiosos datos, que permiten el desarrollo de estrategias de seguridad vial, es la investigación en profundidad de los accidentes de tráfico.

Estas investigaciones nos aportan información sobre los principales factores que dan origen a los accidentes, también sobre aquellos otros factores concurrentes, o que favorecen que los accidentes se produzcan, aunque no fueran la causa principal de los mismos, y, por supuesto, también sobre el comportamiento de los elementos de seguridad presentes en la vía y, especialmente, en los vehículos.

La información procedente de la investigación en profundidad de los accidentes de tráfico nos permite, por tanto, a los diferentes actores que operamos en el ecosistema de la seguridad vial, diseñar entornos viales más seguros, por ejemplo, favoreciendo que los conductores mantengan su atención en el tráfico, animándoles a circular a una velocidad adecuada, o protegiéndolos en caso de salida de vía, instalando barreras o sistemas de contención de vehículos; permite también ofrecer vehículos con mejores sistemas de seguridad, tanto pasiva como activa, es decir, que protejan mejor a los ocupantes del vehículo de los efectos de las colisiones y con avanzados sistemas de asistencia a la conducción que ayuden a evitar que algunos accidentes se produzcan; y posibilita también diseñar campañas de comunicación o formación y concienciación dirigidas a diferentes perfiles de usuarios, por ejemplo, actualmente observamos un aumento del uso de sistemas de movilidad personal en las ciudades, que lleva aparejado un aumento de su accidentalidad, en parte atribuible a una falta de conocimiento y adaptación a su uso de forma segura, por lo que esto justifica que desde diferentes Administraciones u organismos se incida sobre este problema. ¿Cómo se lleva a cabo la investigación de accidentes de tráfico?

La investigación y reconstrucción de accidentes de tráfico es un campo interdisciplinar en el que intervenimos distintos especialistas, empezando por fuerzas de orden público con competencias en materia de tráfico, ingenieros, forenses, y expertos en seguridad vial, con el objetivo de determinar cómo y por qué se producen los accidentes, analizando factores relativos a la vía y el entorno, el vehículo, y las personas implicadas, siguiendo una secuencia lógica que, generalmente, comprende:

1.Inspección inicial del escenario. Las fuerzas de orden público llegan al lugar del accidente lo antes posible para asegurar la escena y recopilar datos en el escenario, algunos de los cuales pueden ser muy perecederos y resultan esenciales para el esclarecimiento de los hechos. Se realizan fotografías, mediciones de huellas, vestigios, posiciones finales de todos los vehículos, además de entrevistas con implicados y testigos, etc., y con todo ello emiten un primer atestado policial.

2. Inspección detallada de algunos elementos. Con posterioridad, y ya sin la urgencia de la primera intervención, pueden realizarse posteriores inspecciones en profundidad de los vehículos accidentados, extracción de datos grabados por sus sistemas electrónicos, escaneado de la carretera, y comprobación, en síntesis, de cualquier elemento que pudiera haber tenido alguna influencia en el accidente o en sus consecuencias.

3.Reconstrucción del accidente. Recopilada toda la información anterior se puede comenzar el trabajo de gabinete. Se efectúa un análisis de hipótesis, generalmente sugeridas por las diferentes versiones que se tengan del accidente o por la interpretación de las huellas y vestigios hallados sobre el escenario. En esta fase nos asistimos de aplicaciones informáticas como PC-Crash® o Virtual Crash®, que permiten analizar colisiones entre vehículos y también su dinámica de marcha, implementando modelos físicos del comportamiento de los vehículos. Así contrastamos qué hipótesis resultan compatibles con los datos objetivos o evidencias físicas recogidas en los atestados policiales y cuáles resultan descartables, por su incompatibilidad con el resultado documentado del accidente. También se utilizan aplicaciones informáticas de análisis biomecánico, como Madymo®, que permite calcular las solicitaciones experimentadas por el cuerpo de los ocupantes de los vehículos implicados en un accidente, así como por ciclistas, motoristas o peatones. Todas estas herramientas resultan de gran utilidad y aportan precisión y fiabilidad a los análisis realizados por los ingenieros de Centro Zaragoza, pero no podemos perder de vista que son solo herramientas y que su uso requiere de un criterio técnico bien desarrollado, un profundo conocimiento de la física de las colisiones entre vehículos y una notable experiencia en investigación de accidentes, para interpretar correctamente todas las evidencias físicas.

4.Emisión de un informe técnico. Recogiendo la metodología de trabajo seguida y las fuentes de información de las que se ha partido, más los análisis e inspecciones complementarias realizadas, se elabora un dictamen con las conclusiones de la investigación. Estas pueden servir para diferentes propósitos. A nivel individual, caso por caso, pueden ayudar a establecer responsabilidades en esos accidentes de tráfico investigados. Agrupando casos que contengan causas comunes se pueden también desarrollar medidas preventivas contra las mismas.

En conclusión, la investigación y reconstrucción de accidentes de tráfico es un campo esencial para comprender los factores que dan lugar a los siniestros viales. La aplicación de rigurosas metodologías y herramientas tecnológicas avanzadas permite a los expertos obtener datos precisos y basados en evidencias, que son fundamentales para promover la seguridad vial, hacer justicia y prevenir futuros accidentes. Gracias a estos esfuerzos, la sociedad avanza hacia un futuro donde las carreteras serán más seguras y la pérdida de vidas y lesiones en accidentes de tráfico se reduzcan significativamente. Desde Centro Zaragoza seguiremos trabajando por conseguirlo, esperando seguir, al menos, otros 30 años investigando las causas de los accidentes para, entre todos, contribuir a la mejora seguridad vial.