Instalaciones municipales

Zaragoza mira a la Torre del Agua para sacar del olvido los espacios del parque de la Expo

El Gobierno del PP se propone recuperar las instalaciones y volver a licitar las zonas de ocio de manera que resulten atractivas y viables

Aprovechará el tirón de convertir el icono de la ciudad en un «faro logístico»

El spa de Ranillas reabrirá como centro deportivo a principios de 2026

El spa de Ranillas reabrirá como centro deportivo a principios de 2026 / ANGEL DE CASTRO

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Zaragoza quiere recupera el esplendor y la actividad del Parque del Agua y sus riberas. Quiere volver a lucir los espacios temáticos y de ocio perdidos y cerrados desde hace años tan variados como el canal de aguas bravas, el antiguo spa de Ranillas, las playas o los bares y restaurantes que animaban el día a día de esta gigantesca zona verde. Quiere hacerlo ahora, en esta legislatura, aprovechando el tirón que va a tener la reconversión de la Torre del Agua, icono de la Expo, en el «faro mundial de la logística». Un ambicioso objetivo del Gobierno de Aragón que colocará en una posición más que privilegiada todo el entorno de la Expo.

El propósito del Gobierno de Chueca no va a ser sencillo y no solo por una cuestión económica, que también. Varias de las concesiones del espacio Expo se encuentran judicializadas, por lo que los plazos no dependen del consistorio. Sin embargo, la alcaldesa lo tiene claro: después de haber revivido el Parque Grande es el turno del Parque del Agua.

Para el PP, el diseño del espacio Expo es un ejemplo de «fracaso». Más allá del calor de la Expo y los meses que duró la resaca de la muestra internacional del agua, la mayoría de sus concesiones han acabado quebrando sin haber cumplido con sus expectativas y sin hacer frente a sus obligaciones con el ayuntamiento. Cuando el PSOE diseñó todo el entorno de la Expo incluyó una conjunto de actividades de ocio que licitó con unas previsiones más que halagüeñas. Con la Expo a la vuelta de la esquina, y durante los meses que se prolongó, los números fueron envidiables, pero el paso de los años acabó demostrando que el éxito del 2008 fue más bien un espejismo del momento.

Una prueba más de que las cuentas no fueron las esperadas fue la acumulación de impagos por parte de las concesionarias. En 2019 se calculó que adeudaban la friolera de 2,2 millones en concepto de canon, cantidad que no se ha abonado en su totalidad.

Desde que el PP llegó a la Alcaldía en 2019 con Jorge Azcón empezó a tratar de poner en orden las concesiones, analizando su situación jurídica y buscando fórmulas para adecuar el modelo de negocio a la realidad del momento. «El problema que tenemos es fundamentalmente jurídico porque hasta que no se resuelvan los procesos no vamos a poder hacer nada», explica a este diario el concejal de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén, que subraya que se trata de «una prioridad» y un compromiso para esta legislatura.

El momento es el más oportuno, de eso no hay duda. Además de que el Pabellón Puente ya funciona a pleno rendimiento, el Gobierno de Aragón va a adecuar la Torre del Agua y renovar su iluminación en los próximos años, con el 2027 en el horizonte para darle una nueva vida y convertir este icono de la Expo en un «faro mundial de la logística». Su uso girará en torno a ese sector pujante en la comunidad, así como el agua y la energía. Un objetivo que revalorizará todo su entorno, de ahí que el ayuntamiento haya puesto el ojo en el Parque del Agua. El PP empezó a allanar el terreno en la pasada legislatura, analizando en qué punto estaba cada concesión y empezando los trámites para recuperar las instalaciones, como la del spa de Ranillas. «Esta era la más importante por sus dimensiones y su volumen», explica Lorén. Aunque el proceso judicial con Cublan Inversiones no ha finalizado, el ayuntamiento sí que ha logrado recuperar la titularidad del edificio y ya ha empezado a pensar en su futuro, que estará muy ligado a la Ciudad Inteligente del Deporte, otro de los compromisos de Chueca.

Tras la inspección y limpieza de su interior, se ha comprobado que todas las bombas y máquinas están estropeadas después de dos años paradas. Su adecuación dependerá su futuro, aunque todo apunta a que pasará a mejor vida y dejará de ser un spa al uso, reconvirtiéndose en un centro deportivo en 2026.

Por delante quedan otras concesiones de peso: las playas de la Expo, en el limbo y cerradas, y el canal de aguas bravas, que exige una inversión de más de 600.000 euros para reparar las filtraciones. Otra cosa es lograr que sea rentable.

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