La SD Huesca

La vida para el Huesca viajero sigue igual en Santander

El equipo de Ziganda suma su undécima salida seguida sin ganar tras reaccionar con un gol de Kanté al tanto de Pombo y el punto consolida su situación en tierra de nadie antes del derbi

Kanté, autor del gol oscense, gana un balón por arriba.

Kanté, autor del gol oscense, gana un balón por arriba. / LALIGA

El Periódico de Aragón

No logra dar el paso el Huesca de ganar fuera de casa, donde solo lo ha conseguido en Oviedo en esta temporada y suma once choques seguidos sin el premio del botín, y tampoco lo hizo en Santander en un partido donde fue más atrevido solo tras encajar el gol de Pombo, después de un inocente penalti, y encontró el premio antes del descanso con el tanto de Kanté. El encuentro fue muy igualado en el que solo dos errores puntuales permitieron que se moviera el marcador y en la segunda parte el cuadro oscense dio un paso atrás y apenas apareció por el área de Parera.

El empate deja al Huesca noveno, con 41 puntos y en una tierra de nadie, lejos del descenso, a once, y de la promoción, a diez, antes de la llegada el domingo del derbi ante el Zaragoza. El conjunto cántabro trató de llevar la iniciativa en los primeros compases ante un Huesca bien posicionado, con tres centrales (Pulido, Florian Miguel y Blasco) que no dejaba huecos y tampoco rehusaba atacar cuando podía, aunque ninguno de los dos equipos creaba peligro en el área rival. Hasta que en el minuto 25, prácticamente en la primera ocasión del Racing, en el saque de una falta lateral, el árbitro pitó un inocente penalti de Vilarrasa sobre Roko Baturina por agarrón. Una pena máxima que fue transformada por Pombo a pesar de que Andrés Fernández adivinó la dirección del lanzamiento.

Tras el gol local el Huesca se estiró algo más, en busca del empate, y tuvo su premio al filo del descanso cuando Kanté aprovechó un error en la salida del balón del Racing gracias a la presión de Ratiu, el mejor de los azulgranas, sobre Rubén para fusilar dentro del área a Miquel Parera.

En la segunda parte, el Huesca pareció regresar mejor al terreno de juego, con varias aproximaciones al área verdiblanca y haciendo intervenir a Parera. Pero fue un espejismo. El Racing se recompuso y, con el paso de los minutos, fue recuperando el control del balón para, en el tramo final, intentar meter al Huesca en su campo aunque sin llegar a crear verdaderas ocasiones de gol.

Con más corazón que juego el conjunto cántabro trató hasta el final de acercarse a la portería de Andrés Fernández, pero la solidez defensiva del Huesca desbarató cualquier atisbo de ocasión local y sellar así el empate final, un resultado justo para los méritos de ambos equipos.